“No hay evidencia alguna de que la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014 se haya quemado a 43 personas en el basurero de Cocula”, sintetizó Miguel Nievas, a nombre del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que en su informe de peritaje refutó la versión oficial sobre el destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Durante casi una hora, Nievas, Mercedes Doretti y Mariana Segura, integrantes del EAAF, detallaron las gestiones y exámenes que 25 expertos de cinco nacionalidades y diversas disciplinas realizaron desde su arribo a México el 4 de octubre de 2014, como peritos convocados por los las víctimas. Con fotografías, gráficos, mapas e imágenes satelitales, explicaron el trabajo que realizaron durante 15 meses en el Basurero de Cocula donde, según la Procuraduría General de la República, habían sido incinerados los estudiantes.

Los antropólogos argentinos, considerados los más destacados y experimentados en el mundo, demostraron científicamente que no existe evidencia física consistente –biológica o no- de que los normalistas hayan sido incinerados allí. Por ejemplo, explicaron que al llegar ellos al lugar, el 27 de octubre es decir un mes después del supuesto asesinato masivo, encontraron plantas “de entre 15 y 18 meses de desarrollo”, de acuerdo con dictámenes de especialistas.

En los 56 cuadrantes analizados –parcelas recortadas para análisis-, el EAAF encontró residuos que muestran quemas anteriores, restos humanos y animales “que claramente no pertenecen a los normalistas” y casquillos de al menos 39 armas de fuego con diferentes momentos de oxidación”. De tal manera que otras personas no identificadas han sido asesinadas o depositadas en ese basurero.

Después de las conclusiones que el 6 de septiembre de 2015 presentó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), este informe del EAAF termina de desmoronar la versión oficial sobre el caso. La llamada “verdad histórica”, como la definió del entonces procurador Jesús Murillo Karam, ha sido refutada con pruebas científicas.

“El gobierno nos ha mentido –cuestionó Hilda Legideño, madre del desaparecido Jorge Antonio Tizapa Legideño-. Primero las fosas; después el basurero de Cocula, ¿ahora qué más? Van 16 meses de mentiras, una y otra vez nos han querido engañar”.

La mujer exigió “que se investigue y castigue a los responsables, a todos los funcionarios” que actuaron con dolo mientras otro familiar, Melitón Ortega, pidió al gobierno mexicano que desista de realizar un tercer peritaje en la zona “porque es un distractor, pretenden engañar a los padres y al pueblo”. Santiago Aguirre, abogado del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez avaló el reclamo de los familiares de Ayotzinapa porque realizar otro peritaje cuando existen dos confiables –GIEI y EAAF-, dijo, es perder tiempo valioso y también derrochar recursos necesarios para la búsqueda de los 43. (I)