Fondos buitres y la revolución burguesa (1)

Algo teníamos que esbozar sobre este tema de los fondos buitres que viene haciendo mucho ruido en estos últimos tiempos en Argentina, pero antes de eso vamos a comenzar por definir el concepto de revolución democrático-burguesa. ¿Qué es una revolución democrático-burguesa? Es el proceso de más alto desarrollo de las fuerzas productivas. Eso significa en términos más sencillos la industrialización plena y absoluta de un país que lo vuelve autónomo económicamente en el concierto internacional.

Sin embargo, Argentina vio frustrada esa posibilidad histórica que tuvo con el peronismo tras el Golpe de Estado de 1955, estando muy cerca de conseguirla. Una cuestión que décadas más tarde le sacaría factura.    

Ahora, a todo esto ¿qué son los fondos buitres? Respondamos de la manera más ilustrativa. Son inversiones a mediano plazo realizadas por grupos financieros (Holdouts) que, teniendo como principio la especulación, se encargan de adquirir a muy bajos costos bonos de deuda de los países que sufrieron las crisis neoliberales, por lo que esos bonos al recuperarse y estabilizarse la economía de esos países naturalmente aumentan su valor de manera astronómica, por lo que en un determinado momento generan la aparición de estos fondos buitres y no es precisamente por generación espontánea. Dentro de los parámetros de la economía neoliberal son una inversión que realizan estos grupos minoritarios buscando ser resarcidos en el marco de la compra-venta de bonos de deuda y por consiguiente traen para ellos cuantiosas ganancias a costa del capital y el patrimonio de los Estados nacionales en desarrollo, y cuyo contexto en el que se originan ha sido el de la década de los ’90.

En el caso de EE.UU., que concluyó con éxito su revolución democrático-burguesa en el XIX y se impuso como la primera potencia económica después de la Segunda Guerra Mundial, ha hecho que su desmedida ambición por dominar el mundo violando con impunidad la soberanía y el derecho a la autodeterminación de otras naciones lo llevara a este éxtasis armamentístico y a endeudarse de manera exorbitante, siendo uno de los factores de su volumen de deuda las armas. El otro factor que acrecentó su deuda ha sido ocasionado por las burbujas inmobiliarias que hicieron estallar en 2008 la crisis financiera más importante en los últimos 80 años, cuyo nivel de especulación se fue hasta las nubes desestabilizando estructuralmente el orden económico, tanto local como global, síntoma del neoliberalismo decadente en Occidente. Este esquema de deuda ha sido adquirido en un alto porcentaje por China. Una paradoja del país que regentea los principales organismos multilaterales de crédito y las deudas externas de todo el planeta, y tiene a sus espaldas una parva de buitres acechándolo desde el lejano oriente.