La visita de la misión, encabezada por el italiano Roberto Cardarelli, se extenderá hasta el 30 de septiembre
FMI vuelve a Argentina después de 10 años
Diez años después de su ultima visita, una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó a la Argentina para auditar la marcha del nuevo plan económico neoliberal puesto en marcha por el gobierno de Mauricio Macri bajo la sombra de una nueva era de endeudamiento externo.
Las autoridades muestran esta vuelta del organismo financiero como una señal del “regreso” del país austral al mundo financiero después de una década de “aislamiento”. Además, afirman sus voceros, esta visita podrá impulsar la llegada de inversiones extranjeras, el punto que más ha insistido Macri para lograr un suspiro en la grave situación social y económica que atraviesa la nación.
Un comunicado del ministerio de Hacienda, titulado “Argentina: un nuevo paso hacia la normalidad”, dijo que la visita se enmarca en el artículo IV de la organización que permite “recopilar información e intercambiar opiniones con funcionarios del gobierno, con integrantes del sector privado, con miembros del Congreso y con organizaciones civiles”.
“Tras esta misión, se presenta un informe al director ejecutivo del FMI para su discusión. Luego de esto, la opinión del FMI se comparte con las opiniones del país. En su gran mayoría, los países permiten que este documento sea publicado”, señaló la nota.
La misión está encabezada por el italiano Roberto Cardarelli. La visita se extenderá hasta el 30 de septiembre.
Pero la oposición “kirchnerista” lanzó duras críticas a esta nueva auditoría del Fondo Monetario Internacional. El actual diputado y exministro de Economía del anterior gobierno, Axel Kicillof, dijo que “el programa” económico que lleva adelante Macri “es muy similar a las recomendaciones del FMI a países emergentes”.
Entre estas “recomendaciones”, Kicillof mencionó a “la libre fuga de capitales, ajuste presupuestario, quita de subsidios y apertura a las importaciones. Macri es un buen alumno del FMI. Hay muchas coincidencias” entre el plan económico y el organismo monetario, sostuvo.
A fines del 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner, fallecido cinco años después, pagó de una sola vez la deuda argentina con el FMI , de unos 9.800 millones de dólares. En el 2006 decidió suspender las auditorías como una forma de mantener la “soberanía” económica. El “macrismo”, por entonces en la oposición, dijo que de esa manera el “kirchnerismo” falseó las estadísticas sobre inflación y crecimiento económico.
Para Kicillof, en esta visita el FMI tal vez “le pida un poco más de ajuste fiscal y de salarios” al gobierno y precisó que “le dará instrucciones” para seguir al pie de la letra las recomendaciones del Fondo.
Un amplio sector de la sociedad responsabiliza al FMI de la mayor crisis social y económica que vivió el país austral y desembocó en un “estallido” en diciembre del 2001 que se saldó con más de 20 muertos y cinco presidentes en una semana.
Esta crisis fue consecuencia de una política de neto corteo neoliberal impulsada, con el aseseoramiento y respaldo del FMI, por el expresidente Carlos Menem (1989-99) junto al super-ministro de Economía Domingo Cavallo, quien luego asumió el mismo cargo durante la breve gestión de Fernando de la Rúa (1999-2001). Durante esa década, el FMI consideró al país austral su alumno más aplicado y lo puso como ejemplo de reformas en el mundo que incluyeron una ola de privatizaciones que dejaron a cientos de miles de personas en la calle.
Para el gobierno argentino, la misión se realiza "con el objetivo de volver a un estado de plena transparencia en la función y estadísticas públicas, cumplir con compromisos firmados por el Estado Argentino, y representar los intereses nacionales en pie de igualdad frente a los demás socios participantes de organismos internacionales".
El informe de la misión, concluyó, "es considerado un documento de consulta para potenciales inversores y para otros organismos de crédito cuya calificación permanece aún afectada por la ausencia de este informe público".
Este punto es el principal caballito de batalla del gobierno que prometió una “lluvia de inversiones” extranjeras este año, pero que ha visto como su anuncio se demora en medio de una situación social que empeora día a día Además, la oposición acusa al gobierno de querer volver a tomar préstamos del FMI después de una década que el “kirchnerismo” suele catalogar de “desendeudamiento”. (I)