La Fiscalía colombiana pidió ayer al Consejo Nacional Electoral (CNE) investigar si la constructora brasileña Odebrecht, involucrada en una enorme trama de corrupción en varios países latinoamericanos, financió en 2014 con $ 1 millón la campaña de reelección del presidente Juan Manuel Santos.  

El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, dijo en una rueda de prensa que la denuncia fue realizada por el exsenador Otto Bula, quien está detenido por recibir en 2013 sobornos por $ 4,6 millones de parte de ejecutivos de Odebrecht para favorecer a esa firma en la adjudicación de un contrato de construcción de una autopista.

Martínez señaló que, de acuerdo con el testimonio de Bula y pruebas documentales, parte de ese dinero fue distribuido entre diferentes funcionarios involucrados en la adjudicación de la obra.

Además, “se ha establecido que de dicho monto ($ 4,6 millones), el señor Otto Bula tramitó durante el año 2014 dos giros hacia Colombia que fueron monetizados en su momento, por la suma total de $ 1 millón, cuyo beneficiario final habría sido la gerencia de la campaña ‘Santos Presidente-2014’”, aseguró el fiscal.

Sin embargo, Martínez reconoció que no existe ninguna prueba documental que establezca que ese dinero llegó a la campaña de reelección de Santos.

La senadora opositora Claudia López criticó al fiscal por “armar semejante terremoto con un simple testimonio y lavarse las manos” pidiendo al CNE que investigue si la denuncia de Bula es verídica.

La celeridad del fiscal en hacer pública la denuncia sin otra prueba que el testimonio de Bula llamó la atención en gran parte del mundo político, que consideró esa actitud como parte de las precampañas para los comicios presidenciales de 2018.

Martínez es militante del centroderechista Cambio Radical, partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien aspira a la presidencia y en los últimos días mantuvo controversias públicas con Santos.

Futuro político

Vargas Lleras está molesto porque el gobierno no lo respaldó en la confrontación que abrió hace dos semanas con funcionarios venezolanos al llamar a los ciudadanos de ese país “venecos”.

Ese despectivo término motivó enconadas reacciones de dirigentes venezolanos como el diputado Diosdado Cabello, quien la semana anterior llamó al vicepresidente colombiano “hijo del gran puto”. Vargas Lleras se quejó de que el Gobierno colombiano lo dejó solo en ese pleito, pero Santos le pidió dedicarse a sus funciones y no a inmiscuirse en la política exterior.

Y ningún político del país dejó de sorprenderse por el despliegue mediático que propició el fiscal -abogado que ha representado intereses de los más poderosos grupos económicos del país y un incondicional de Vargas Lleras- al hablar de la supuesta financiación de Odebrecht a la campaña de Santos sin ninguna prueba física de que eso haya ocurrido.

Vargas Lleras, quien como vicepresidente coordina el programa de construcción de autopistas en el país, dijo en un comunicado que aunque él era la fórmula de Santos a la vicepresidencia en 2014 “nunca intervine, ni directa, ni indirectamente, en el manejo de tesorería, ni en la financiación de la campaña”.

Además, señaló que durante su labor al frente del plan de modernización de la infraestructura vial “nunca le ha sido adjudicado un solo contrato a la firma Odebrecht”.

El procurador colombiano Fernando Carrillo tomó distancia de los señalamientos de la Fiscalía sobre la presunta financiación de Odebrecht a la campaña de Santos y sostuvo que “no es el momento de apresurarse a dar declaraciones y a concluir acusaciones sin material probatorio”.

El presidente del CNE, Alexander Vega, dijo que el organismo electoral abrió ayer una investigación formal no solo a la campaña de Santos, sino también a la del candidato presidencial del uribista Centro Democrático en 2014, Óscar Iván Zuluaga, a quien Odebrecht financió al pagar $ 1,6 millones a su asesor político, el brasileño Eduardo ‘Duda’ Mendonça.

Vega señaló que la próxima semana viajará a Brasil con fiscales colombianos para profundizar las investigaciones.

El secretario de Transparencia de la Presidencia de Colombia, Camilo Enciso, responsabilizó al Centro Democrático, el ultraderechista partido del expresidente Álvaro Uribe, de intentar desviar las investigaciones que se realizan en su contra usando al exsenador Otto Bula.

“La historia se repite. El uribismo tiene como estrategia defenderse atacando con mentiras”, aseguró.

Bula es cercano al exlegislador Mario Uribe, primo del expresidente Álvaro Uribe, quien salió del Congreso por sus nexos con grupos paramilitares y que por esos cargos fue condenado a siete años y seis meses de prisión.

En 2010, el narcotraficante Juan Carlos ‘El Tuso’ Sierra acusó a Bula en una corte estadounidense de haber sido testaferro de Mario Uribe.

Los ministros del presidente Santos divulgaron un comunicado en el cual señalaron que “resulta absurdo e inaceptable que personajes de dudosa reputación, con una simple declaración, sin prueba alguna, pretendan ahora enlodar la campaña presidencial de 2014”.

Esa campaña, aseguraron, no recibió dinero de particulares ya que la totalidad de la misma se financió con recursos provenientes de los apoyos a los partidos establecidos en la ley.

El presidente Santos le solicitó al Consejo Nacional Electoral en su cuenta Twitter una investigación “a fondo (y) lo más rápido posible” de las acusaciones de Bula divulgadas por la Fiscalía. (I)