Fiscales y opositores marcharon en Buenos Aires por la causa Nisman
A un mes de la misteriosa muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, miles de personas coparon hoy bajo la lluvia el centro de la ciudad de Buenos Aires, en el marco de una “marcha de silencio” convocada por cinco fiscales y a la que adhirieron los principales partidos políticos de la oposición.
La marcha coincidió con la declaración del exespía Horacio Antonio “Jaime” Stiusso, señalado por el gobierno como parte de un complot que culminó con la muerte de Nisman, prestada ante la fiscal Viviana Fein. Según un comunicado de la fiscalía, no se divulgarán detalles de esa declaración pactada en medio de un absoluto hermetismo. El fallecido fiscal telefoneó al menos tres veces a Stiusso, su estrecho colaborador en la causa AMIA, un día antes de su muerte.
Al llegar los fiscales convocantes al punto de concentración, cientos de personas los recibieron con aplausos y gritos de “justicia” y entonando el himno nacional. Muchas de ellas portaban banderas argentinos y carteles con las leyendas “verdad” y “Nisman”.
“Vengo por verdad y justicia”, dijo una asistente de 70 años, un mensaje que se repetía en varios concurrentes, pero muy cerca, ante las cámaras de televisión, otro hombre clamaba que se había sumado a la marcha porque “esta democracia tiene mucho de dictadura”. Muchos de los reclamos mezclaban reclamos de justicia con fuertes críticas al gobierno nacional.
La movilización, con un marcado tinte político por la anunciada presencia de los precandidatos presidenciales opositores como el derechista alcalde porteño Mauricio Macri o el diputado peronista disidente Sergio Massa, unía el Congreso de la Nación con la histórica Plaza de Mayo, a unas 20 cuadras. A pocos pasos de allí funciona la oficina donde Nisman investigaba el atentado a la mutual judía AMIA que en 1994 causó 85 muertos.
La marcha, bajo una intensa lluvia, era encabezada por la exesposa de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado y sus hijas. En la primera línea de la concentración marchaban además los fiscales convocantes, algunos de los cuales fueron denunciados en el pasado por entidades judías por retrasar la causa que llevaba adelante Nisman.
El fiscal apareció muerto con un balazo en la cabeza el 18 de enero pasado, cuatro días después de denunciar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento a los acusados iraníes del ataque terrorista. Un día después de su muerte debía ahondar sus acusaciones ante una comisión del Congreso. Su denuncia fue retomada por el fiscal Gerardo Pollicita que imputó a la jefa de Estado en la causa junto a su canciller, Héctor Timerman, el titular de la agrupación juvenil kirchnerista “La Cámpora”, el diputado Andrés Larroque y dos dirigentes sociales.
Los convocantes de la movilización dijeron que la marcha era apolítica, pero en plena campaña electoral a ocho meses de las elecciones presidenciales fue evidente el uso político que la oposición hizo de este acto simbólico para pedir justicia, contra la impunidad y en homenaje a Nisman. De esa manera, la multitudinaria marcha se convirtió en una virtual demostración de fuerza de la oposición motorizada por sectores políticos y mediáticos adversos al gobierno, que denunció un intento de desestabilización en el marco de un “golpe judicial” contra la Mandataria.
El titular de la Secretaría de Inteligencia (SI) , Oscar Parrili, dijo que “muchos quieren hacer lo que hicieron en el 55”, cuando las fuerzas armadas bombardearon la Plaza de Mayo en un intento fallido de derrocamiento del presidente Juan Domingo Perón, que ocurriría poco después. “En el año 55, antes del bombardeo, también hubo una marcha silenciosa. Después bombardearon la Plaza de Mayo”, indicó..