Fiscal pide la horca para el ex Presidente de Egipto
Casi un año después de que se realizara el denominado “Día de la ira” en el que miles de manifestantes solicitaban reformas al régimen de Hosni Mubarak, la Fiscalía pidió la pena de muerte para el ex presidente egipcio por su implicación en la muerte de personas en las protestas que acabaron con su renuncia.
La petición de la pena capital formulada por el Ministerio Público incluye también al ex ministro del Interior, Habib al Adli, y a seis de sus colaboradores, informó uno de los abogados de la acusación, Ashraf Atwa, mientras que ciudadanos egipcios gritaban ayer consignas contra el ex mandatario, en El Cairo, y exigían la horca.
“La Fiscalía pide la máxima pena para Mubarak y los demás acusados, que es la muerte en la horca”, reiteró en el tribunal el fiscal Mustafá Jater, publicó el diario español ABC.
Mubarak, de 83 años, es juzgado también por un presunto delito de corrupción, en el que comparte banquillo con sus hijos, Gamal y Alaa.
Durante la sesión de ayer del juicio, la Fiscalía confirmó la responsabilidad directa de Mubarak y Al Adli en la muerte de los manifestantes en los incidentes ocurridos durante la Revolución del 25 de Enero.
El Ministerio Público indicó que Mubarak, como presidente durante las protestas, es responsable según la Constitución y la ley, ya que tenía los mayores poderes y recibía informes, por lo que es imposible que no conociera los ataques y asesinatos de manifestantes.
Según Atwa, la Fiscalía pidió que se aplique la máxima pena a los acusados por el crimen de asesinato premeditado, cuyo castigo es la muerte.
El fiscal general, Mustafa Suleiman, denunció que el ex mandatario no hizo uso de sus prerrogativas y no forzó la dimisión de Al Adli porque tenía interés en reprimir las manifestaciones.
Durante la vista, Suleiman también señaló que los agentes que cometieron crímenes contra los manifestantes en doce provincias tenían instrucciones de los jefes de la Policía, y que no podían tomar decisiones individuales sin comunicarse con sus superiores.
El ex líder egipcio fue procesado a partir del 3 de agosto a raíz de la represión contra el levantamiento popular opuesto a su régimen que estalló a inicios de 2001. Según recuentos oficiales, la represión dejó un saldo de 850 muertos.
El juicio estuvo suspendido durante un tiempo, desde el pasado 30 de octubre hasta el 28 de diciembre, por una demanda de los abogados de la acusación, que pretendían recusar a los jueces encargados del caso. La recusación fue rechazada y el proceso se reanudó.
Tras ello, hace dos días, la corte decidió concluir la fase probatoria del proceso y comenzar a escuchar los alegatos de la acusación y la defensa como último paso antes de dictar sentencia.
La sesión de ayer era la última en la que la Fiscalía iba a presentar sus acusaciones y la próxima vista se celebrará el 9 y 10 de enero, pero la fecha del veredicto no ha sido anunciada todavía. Mubarak, que se encuentra en detención preventiva en un hospital militar a las afueras de El Cairo, volvió a comparecer ante el juez en una camilla debido a su estado de salud.
El ex presidente egipcio, que gobernó por tres décadas, es el primer dirigente derrocado por la ola de protestas populares de la Primavera árabe en comparecer ante la justicia.