Un fiscal mencionado como posible reemplazante del jefe del equipo que investiga grandes casos de corrupción política en Perú, fue detenido este 26 de diciembre, acusado de recibir un soborno para favorecer a un indagado por ese delito.

El fiscal superior Abel Concha fue capturado en su casa por posible corrupción, pues un testigo afirma que recibió 80 mil soles (cerca de 24 mil dólares) del alcalde de la norteña ciudad de Chiclayo, David Cornejo, a cambio de archivar una investigación a ese funcionario por corrupción.

Según la fiscalía, Concha está vinculado a la red de corrupción que encabezaba Cornejo y es acusado del delito de corrupción de funcionarios, aunque el detenido lo niega y dice ser víctima de una intriga.

De inmediato, el cuestionado fiscal de la Nación, desmintió categóricamente cualquier tipo de vinculación con Concha y negó que lo hubiera considerado para integrar el equipo especial investigador de casos de corrupción y contribuciones electorales de la empresa brasileña Odebrecht.

Tal caso mantiene en prisión preventiva a la dirigente neoliberal Keiko Fujimori e impedidos de salir del país a los expresidentes Alan García, Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala, y con orden de captura al exgobernante Alejandro Toledo, prófugo en Estados Unidos y extraditable.

Concha fue cesado y sancionado cuando era juez, por demorar el caso de Toledo y no dictar medidas preventivas, como su arraigo, lo que permitió que saliera al exterior para no regresar.

Chávarry calificó de falsos rumores los trascendidos citados por la prensa, de que se proponía designar a Concha en reemplazo del jefe del equipo especial de fiscales, Rafael Vela, y retirar del grupo al fiscal Pérez, quien se ha convertido en una personalidad nacional por su severidad con exgobernantes y otros investigados.

Las versiones tienen como contexto denuncias de Vela y Pérez sobre falta de apoyo y hasta actitudes hostiles de Chávarry que obstaculizan la labor del grupo especial.

Chávarry asumió en julio pasado pese a objeciones debidas a sus vínculos con el hoy cesado juez supremo César Hinostroza, señalado como jefe de una red de corrupción judicial y quien cabildeó en la prensa para neutralizar la oposición al nombramiento del fiscal, por considerarlo parte de su grupo.

Hinostroza fue descubierto mediante escuchas telefónicas judiciales y en uno de los registros promueve el nombramiento de Concha como fiscal superior y celebra su promoción, lograda pese a graves señalamientos del jurado calificador y al antecedente de su comportamiento en el caso Toledo. (I)