Uno de cada 10 ciudadanos exige cambios en las políticas oficiales
Fernández tiene el 40% de aceptación popular
Ni todo está bien ni todo está mal. Los extremos en los que suele moverse la dirigencia política argentina y los medios de comunicación en torno a la coyuntura del país austral se golpean contra la realidad.
Un sondeo realizado por la consultora Poliarquía para el conservador diario La Nación, opositor al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, reveló que uno de cada dos argentinos quiere que el próximo presidente que surja de las elecciones de 2015 cambie algunas políticas oficiales pero mantenga otras que han generado el respaldo de la población. En resumen, nada de tirar todo por la borda como pregonan ciertos candidatos presidenciales de la oposición ni profundizar el modelo kirchnerista como sostienen algunos funcionarios. La fórmula elegida es un mix entre continuidad y cambio.
Los números son contundentes: la presidenta, que transita el último tramo de su segundo mandato, tiene el 40% de popularidad después de 11 años de gobiernos kirchneristas iniciados por su fallecido esposo, Néstor Kirchner, en 2003. El 41% la evaluó en forma negativa y el 19% restante la consideró “regular”.
El analista político de Poliarquía Fabián Perechodnik dijo que la radicalización de muchos aspectos de la gestión y el casi exclusivo dominio de la agenda pública -que la transforman en la actriz exclusiva del escenario nacional- explican en alguna medida estos indicadores”.
Sin embargo, según el sondeo, el 49% del electorado quiere cambios con continuidad. Los extremos, pese a que dominan el arco político-mediático, son minoría: solo el 18% quiere continuar con la mayoría de las medidas adoptadas por el kirchnerismo contra el 29% que espera que la mayor parte de esas políticas caiga en saco roto.
Pero hay un universo que estaba oculto y que se abre de frente a 2015: el 33% sostiene que “el kirchnerismo hizo una buena gestión, aunque cometió algunos errores”, mientras que el 21% de los consultados consideró que el gobierno “hizo en general una mala gestión, aunque consiguió algunos logros”.
“Esta tendencia pone a los candidatos opositores mejor posicionados –el peronista renovador Sergio Massa y el derechista Mauricio Macri- ante un desafío: plantear una nueva agenda, pero dando seguridades con respecto a las políticas que la mayoría de la población desea mantener”, indicó Eduardo Fidanza, director de Poliarquía Consultores.
El analista Hernán Brienza afirmó a EL TELÉGRAFO que “gran parte de la población, ante la cercanía de las elecciones, empieza a pensar en términos conservadores. Se pregunta quién lo va a gobernar y dice ‘a estos los conozco y sé cuáles son sus limitaciones, y otros me ofrecen un cambio pero no me permiten visualizar hacia dónde irían el país y mi economía personal’”.