La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, denunció que la prensa y los políticos opositores buscan ‘asustar’ a la población para imponer una política de ajuste en el último tramo de su gobierno y, en contraste, defendió la inversión estatal que se utiliza para reactivar la economía del país. Precisamente la economía argentina atraviesa una coyuntura compleja.

La mandataria dijo que ciertos medios de comunicación quieren ‘asustar’ para ‘ajustar’ y precisó que los precandidatos presidenciales de la oposición con vistas a los comicios de octubre de 2015 compiten entre sí, no por propuestas sino para ver “quién rompe primero” el modelo kirchnerista.

En un acto celebrado en Tecnópolis, la ciudad de la ciencia levantada en Villa Martelli, en la periferia oeste de la capital, la Presidenta realizó una serie de anuncios destinados a los sectores más desfavorecidos. Entre ellos, un aumento en la remuneración de trabajadores de cooperativas bajo la órbita del Ministerio de Acción Social, la construcción de 500 salitas escolares para niños de 4 años y la ampliación de prestaciones de programas de salud pública.

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“Se había decretado que el Estado no servía para nada, imperaba la ley de la selva y la ley del más fuerte, pero nosotros vinimos a poner otra ley, la ley de la justicia, la equidad y la igualdad”, apuntó.

La gobernante volvió a trenzarse con la prensa opositora y en especial contra el conservador diario La Nación, que en un artículo basado en un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirmó que “la mitad de los trabajadores del país está en la informalidad”.

“Nadie explica cómo salen y de donde salen estos números. Y los publican para asustar y ajustar”, indicó.

Para la mandataria, la tasa de informalidad argentina alcanza el 33,1%. Si bien afecta a uno de cada tres trabajadores, la jefa de Estado dijo que “es la más baja de las últimas décadas”.

“A los argentinos los asustaron durante demasiado tiempo, los argentinos necesitan dirigentes que los ayuden a no tener miedo, los argentinos necesitan dirigentes que los sigan llevando por el camino del trabajo, del hacer, de la construcción y no de la destrucción o de la crítica por la crítica permanente”, manifestó la mandataria.

Fernández aludió así a dirigentes de la oposición que anunciaron en las últimas semanas su decisión de impulsar la derogación de algunas leyes aprobadas durante la gestión del kirchnerismo, como la reforma del Código Penal o la Ley de Medios, en caso de llegar al Gobierno.

“Queremos competir, pero sobre la base de quién hace mejor las cosas, no quién las rompe primero, porque eso no le sirve a ningún argentino, no le sirve al país”, aseveró la jefa de Estado.