La guerrilla de las FARC manifestó este jueves su "beneplácito" por la decisión del presidente Juan Manuel Santos de analizar un cese al fuego bilateral, pero señaló que asume una posición "contradictoria" al ordenar intensificar las operaciones militares.

"Aunque el primer mandatario considere que el cese al fuego unilateral e indefinido declarado por nuestra organización es el camino correcto, nos parece contradictoria y temeraria la orden de intensificar las acciones ofensivas contra la guerrilla en tregua, en la medida en que se sigue poniendo en riesgo la continuidad del cese unilateral", dijo la guerrilla.

Santos manifestó el miércoles en la televisión colombiana que había "dado instrucciones a los negociadores para que inicien lo más pronto posible la discusión sobre el punto del cese de fuego y hostilidades bilateral y definitivo".

La delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) había pedido el cese al fuego bilateral desde el mismo inicio de las negociaciones en La Habana con el gobierno, a finales de 2012, pero el presidente se había manifestado en contra por estimar que serviría a la guerrilla para reorganizarse.

No obstante, el pasado 20 de diciembre las FARC decretó un cese de hostilidades unilateral e indefinido que, dijo, sólo rompería si sus unidades son atacadas por el ejército.

"Recibimos con beneplácito la declaración del Presidente Santos", dijo la delegación de paz de las FARC, pero aclaró que "el sentido común indica que no hay coherencia entre las palabras que exaltan la tregua y aquellas que ordenan arreciar la guerra".

"Los efectos prácticos de la terminación del conflicto podrían sentirse desde ya, mucho antes de la firma del Acuerdo Final, procediendo a cesar el fuego y las hostilidades, al armisticio, lo cual podría ser un preludio del fin de la guerra, hecho que implicaría algo más profundo, como es la superación de las causas que la generaron".

Desde inicio de enero, las FARC advirtieron públicamente en dos ocasiones sobre la intensificación de las acciones militares y el peligro de romper la tregua si algunas de sus unidades fuera atacada.

Las pláticas de paz se encuentran en receso desde el fin de año y deben reiniciarse el 26 de enero, después de una reunión "técnica" fijada para el 18.