Familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA San Juan, perdido desde el pasado noviembre, se encadenaron este miércoles 27 de junio en la Plaza de Mayo en Buenos Aires frente a la sede del Ejecutivo argentino, para reclamar al Gobierno de Mauricio Macri que contrate una empresa que busque el sumergible.

"En la mañana nos recibió el ministro (de Defensa, Oscar Aguad), sigue dando largas, está en una etapa jurídica de revisiones pero casi nos confirma que se caería porque presenta unas anomalías en la presentación del pliego", transmitió a Efe Isabel Polo, familiar de uno de los submarinistas, quien afirmó que seguirán allí hasta conseguir una firma del presidente Macri que certifique una actuación.

El Gobierno argentino había iniciado un proceso de licitación en el que quedó seleccionada para la búsqueda la empresa española Igeotest Geosciences, pero a inicios de este mes una abogada argentina presentó una impugnación al dictamen a través del cual se seleccionó esa compañía.

"Nos dijo que una abogada representante de algunos familiares presentó tres impugnaciones y que esta última aparentemente sí tendría efecto", sostuvo.

Valeria Carreras, la letrada que representa a algunas de las esposas de los 44 tripulantes argentinos desaparecidos en aguas del Atlántico, fue quien presentó la refutación al veredicto de la comisión calificadora del Ministerio de Defensa, una decisión que no comparte otra parte de los familiares de los marinos desaparecidos.

Según el grupo que inició el acampe, en la reunión Aguad les aseguró que la preadjudicación del contrato no está anulada, sino que el Ministerio de Defensa transfirió la denuncia contra la contratación de la empresa española a la Oficina Nacional de Contrataciones (ONC) para que se expida sobre el reclamo presentado por Carreras.

Polo concretó que entre las 44 familias de los submarinistas hay 65 niños, y que lo único que esperan con esta protesta son "palabras de apoyo" por parte de los argentinos o "que se pasen a tomar un mate".

"Somos pacíficos, no tenemos una bandera política, es una bandera argentina. Aún así la gente siente más empatía, más ganas y más pasión por un partido de fútbol que por ellos", concluyó.

Los familiares -una decena de ellos- adoptaron la decisión de quedarse en la emblemática plaza tras reunirse horas antes con Aguad.
"Luchamos porque no queremos que esto quede en un olvido como muchos casos que han ocurrido por la corrupción, por la incompetencia humana, la negligencia, y esto se tiene que aclarar", dijo Marcela Moyano, esposa del maquinista del Ara, el suboficial Hernán Rodríguez.

Con una tienda de campaña junto a las rejas que rodean a la Plaza de Mayo, y banderas albicelestes con imágenes de sus allegados desaparecidos, los familiares prometieron que permanecerán encadenados a los barrotes que rodean el perímetro más cercano a la Casa Rosada hasta tanto el Ejecutivo resuelva la contratación de una empresa que se aboque a la búsqueda del submarino.

"Ya pasaron ocho meses y realmente no queremos más mentiras. Queremos acción, que los busquen, que los encuentren y poder llegar a la verdad. Porque para nosotros el día 15 de noviembre se paralizó nuestras vidas", comentó la familiar, que agregó que la reunión de este miércoles se produjo únicamente por la exigencia de los familiares de hablar con el titular de Defensa.

Moyano denunció que "siempre" hubo un abandono hacia ellos por parte del Ejecutivo de Macri, y que fueron "contadas" las ocasiones en las cuales accedieron a reuniones con las familias, así como que en todas ellas pusieron "sus condiciones".

"La lucha es por ellos, hoy los familiares somos su voz", concluyó Moyano.

La búsqueda del ARA San Juan ha resultado infructuosa en los casi siete meses que lleva activa, después de que el pasado 15 de noviembre se perdiera toda comunicación con el navío cuando éste realizaba el trayecto desde la localidad austral de Ushuaia de vuelta a su base naval en Mar del Plata (provincia de Buenos Aires).

Desde entonces, la nave continúa ilocalizable, por lo que los últimos procedimientos del Ministerio de Defensa han estado centrados en contratar una empresa privada que aporte datos y material técnico para arrojar nuevas informaciones.

Si la contratación de Igeotest prospera, no será hasta noviembre cuando logre poner en el agua el vehículo autónomo submarino (AUV, Autonomous Underwater Vehicle, por sus siglas en inglés) designado para barrer el suelo marino, a 3.000 metros de profundidad. (I)