La divulgación de los registros fue ordenada por el papa Francisco
La Iglesia católica desclasifica los archivos sobre la dictadura argentina
Después de 40 años de silencio, la Iglesia argentina anunció finalmente que desclasificará sus archivos sobre la dictadura militar que dejó 30.000 desaparecidos. Se trata de unas 3.000 cartas digitalizadas que, por ahora, solo estarán a disposición de familiares de las víctimas del terrorismo de Estado.
“La Iglesia aparecerá con más luces que sombras”, dijo el presidente del Episcopado, monseñor José María Arancedo, aunque admitió que “tal vez no hizo todo lo que pudo” en esa época.
Para el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, “hemos pedido perdón” en el pasado sobre el rol de la Iglesia argentina durante la dictadura y “no está ausente el mea culpa en nuestros documentos. El Papa (Francisco) está detrás de esto y ve con agrado este paso que damos”, precisó.
La Iglesia argentina, a través de los obispos reunidos en un Congreso Eucarístico en la provincia de Córdoba, en el centro del país, pidió ‘perdón’ en el año 2000 por ‘los silencios responsables’ y la participación de fieles y curas ‘en el atropello a las libertades, en la tortura y la delación y en la intransigencia ideológica’.
El anuncio de la desclasificación de los archivos fue hecho en forma conjunta en Buenos Aires y el Vaticano y busca curar las heridas que durante décadas han puesto en un cono de sombras al papel de la Iglesia en el período más oscuro del país austral.
“La Iglesia fue partícipe, no fue cómplice” de los crímenes, dijo a EL TELÉGRAFO la histórica referente de las Madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas.
La activista recordó que sacerdotes “bendecían las armas con las que torturaron y mataron a nuestros hijos. Siempre ocultaron esa participación”, sostuvo. Sobrevivientes relataron que en los campos de exterminio había curas que les pedían ‘hablar’ para detener las torturas. Uno de ellos, Christian von Wernich, capellán policial, fue condenado a prisión perpetua en el 2007.
Sin embargo, lejos de la postura de la jerarquía eclesiástica, numerosos religiosos arriesgaron su vida para salvar a cientos de personas durante el régimen militar, como el entonces obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli, asesinado en 1976, o los tres sacerdotes y dos seminaristas palotinos acribillados ese mismo año en la Iglesia de San Patricio, de la capital argentina, entre otros.
“Esperamos que sea una apertura completa, no como la que hizo Estados Unidos en la que aparecen en los documentos nombres tachados”, confió Cortiñas.
Las 3.000 cartas digitalizadas se refieren a pedidos de paraderos de detenidos-desaparecidos hechos por familiares de las víctimas, entre ellos muchas de las Madres de Plaza de Mayo y gestiones realizadas ante las autoridades de facto. “No les tenemos miedo a los archivos, Los ponemos a disposición como un servicio a la reconciliación, a la justicia y a la verdad”, dijo el cardenal Poli.
Estos documentos no estarán abiertos al público. Solo podrán solicitarlos familiares de las víctimas, a quienes se les entregará una copia certificada del material que se conserva en la Conferencia Episcopal, en la Nunciatura y en el Vaticano. También se cree que hay documentos en las diócesis. De hecho, la Iglesia actuará como lo hace hasta ahora ante cualquier requerimiento de la justicia.
La decisión de abrir los archivos se tomó el 15 de octubre pasado durante una reunión de la jerarquía del Episcopado argentino con el papa Francisco, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin y el secretario para las Relaciones Internacionales, monseñor Richard Gallagher, además de varios responsables de otros dicasterios.
“Este trabajo se ha desarrollado teniendo como premisa el servicio a la verdad, a la justicia y a la paz, continuando el diálogo abierto a la cultura del encuentro”, señaló un comunicado conjunto de la Secretaría de Estado del Vaticano y la Conferencia Episcopal Argentina.
Arancedo afirmó que esta “es la culminación de un trabajo que el Episcopado comenzó a profundizar en noviembre de 2012, impulsado por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, cuando en un documento nos comprometimos a avanzar en la búsqueda de antecedentes y a realizar aportes a la Justicia”. Una vez elegido Papa, “Francisco alentó para desarrollar el mismo trabajo en distintos organismos de la Santa Sede”, según dijo.
Para Cortiñas, la decisión eclesiástica “es muy importante. Queremos saber qué fue de nuestros hijos y de sus bebés arrebatados” por la dictadura. “Pasamos años y años reclamando y nunca fuimos escuchadas. Me parece importante para resolver los reclamos que estamos haciendo desde hace 40 años”, enfatizó.
“Es una medida muy esperada y reconforta un poco la lucha para terminar con esta angustia del silencio”, concluyó. (I)
DATOS
La Iglesia católica argentina ha sido acusada de encubrir los delitos cometidos durante el Gobierno militar, que secuestró, torturó y asesinó a cerca de 30.000 opositores, muchos de los cuales aún hoy siguen con paradero desconocido.
El pasado marzo el Gobierno estadounidense anunció también la desclasificación de archivos secretos sobre la dictadura argentina como parte de un compromiso personal del presidente, Barack Obama, que abandonará su cargo en enero.
Poco después de la elección en marzo del 2013 del papa Francisco, organizaciones de derechos humanos y representantes de los familiares de desaparecidos argentinos pidieron al pontífice argentino que autorizara la apertura de esos archivos, que recogen testimonios que aportarán elementos importantes para esclarecer muchos casos de desaparecidos. (I)