La familia del activista pro-mapuche Santiago Maldonado hallado muerto el 17 de octubre en un río del sur de Argentina, tras estar desaparecido 78 días, dijo este viernes que descree que se haya ahogado solo.

"Santiago apareció muerto. Lo asesinaron, es una desaparición forzada", declaró Sergio Maldonado, hermano de Santiago, en una rueda de prensa en Buenos Aires, en la sede de Amnistía Internacional.

El artesano de 28 años desapareció el 1 de agosto en el marco de un violento operativo de gendarmería (policía militarizada, dependiente del Gobierno del presidente Mauricio Macri) en el Pu Lof de Cushamen, un pequeño asentamiento mapuche, instalado en tierras vendidas al empresario italiano Luciano Benetton, 1.800 km al sudoeste de Buenos Aires.

El cuerpo fue hallado el 17 de octubre flotando en el río Chubut, 300 metros río arriba de donde fue visto por última vez con vida por mapuches cuando cruzaban el río para huir de los gendarmes.

El único dato certero es que el cuerpo no tenía lesiones, según declaró el juez Gustavo Lleral el viernes pasado al término de la autopsia. Lleral dijo que tomaría unas dos semanas tener los resultados definitivos.

Según varios medios argentinos, un informe preliminar indicaría que Santiago Maldonado murió ahogado y que el cuerpo siempre estuvo en el río, donde además habría un pozo de tres metros de profundidad.

Otra versión, citada por el semanario Tiempo Argentino, señalaría en cambio que el cuerpo no habría estado más de cinco días en el agua y su estado de conservación era bueno.

"No entiendo que salgan a opinar los peritos cuando no están todas las pruebas ni los informes forenses", lamentó Sergio Maldonado.

La abogada de la familia, Verónica Heredia, precisó que cuando se lo encontró, el cuerpo de Maldonado se divisaba a simple vista desde la orilla.

"Nosotros no decimos que el cuerpo de Santiago fue colocado, sino que el cuerpo no estaba. En ese lugar es imposible que haya estado (durante 78 días). Esto nos suma más preguntas que el Estado debe responder", advirtió, al recordar que ya se habían hecho rastrillajes previos en el lugar.

Santiago Maldonado, que medía 1,72 metros, no sabía nadar y llevaba mucha ropa encima para protegerse de las bajas temperaturas en esa zona descampada de la Patagonia en pleno invierno austral, cuando fue a solidarizarse con una protesta mapuche en Cushamen.

La abogada explicó que ese río de deshielo tiene en esta época 1,30 metros de profundidad, pero el 1 de agosto, día de la desaparición, era de solo 30 centímetros, según ella.

"Santiago no desaparece caminando al borde del río, sino en un contexto de represión de la gendarmería, hay que dilucidar qué pasó", declaró Mariela Belski, de Amnistía Argentina, al reclamar una investigación "independiente y sin interferencias del poder ejecutivo".

El caso tuvo en vilo a los argentinos en un país polarizado donde el gobierno de Mauricio Macri respaldó el accionar de la gendarmería en la comunidad mapuche. (I)