Muere duodécimo monje tibetano inmolado en China en 2011
Una organización de tibetanos en el exilio informó hoy de que el duodécimo religioso que se prendió fuego este año en protesta por la represión que ejerce el régimen chino contra esta etnia falleció esta semana en un hospital.
El Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia (CTDHD), con sede en la India, informó en un comunicado de que Tenzin Phuntsok, un antiguo monje de 46 años que se quemó a lo bonzo el 1 de diciembre falleció cinco días después, el martes de esta semana.
Las fuentes contactadas por esta organización indican que el cuerpo del inmolado fue entregado a sus familiares dos días después de su fallecimiento.
Se trata del séptimo fallecido y del primer inmolado dentro del propio Tíbet este año, ya que el resto de los suicidios se produjeron en prefecturas tibetanas en la región china de Sichuan, fronteriza con la región autónoma.
En los momentos previos a prenderse fuego en protesta por las políticas de Pekín, el suicida distribuyó panfletos en los que expresaba su solidaridad con los monjes locales y criticaba al gobierno chino, en la localidad de Karma, prefectura de Chamdo de la región autónoma del Tíbet.
La policía china extinguió las llamas y trasladó a Phuntsok al hospital de Chamdo.
Según CTDHD la esposa del fallecido, llamada Dolma, fue detenida después de la inmolación y se encuentra desde entonces en paradero desconocido.
El matrimonio tenía dos hijos y una hija.
Los grupos tibetanos en el exilio aseguran que Phuntsok era un antiguo monje de la lamasería de Karma, y que se sentía muy frustrado por el asedio militar que sufre el monasterio desde que el pasado 26 de octubre explotara una bomba en un edificio gubernamental cercano.
Muchos de los monjes fueron detenidos y expulsados de la lamasería.
En la mayoría de inmolaciones que se produjeron este año los suicidas clamaron libertad para el Tíbet y el regreso del líder espiritual exiliado en la India en 1959, el Dalái Lama, tras un fracasado levantamiento contra la última ocupación china, en 1951.
China asegura que el Tíbet siempre ha sido parte de su territorio, mientras que grupos tibetanos en el exilio aseguran que la región de los Himalayas ha sido virtualmente independiente durante siglos, bajo diferentes protectorados chinos en varias dinastías hasta que las tropas británicas tomaron la región en 1903.
El Gobierno chino, que niega que reprima a los tibetanos, ha condenado en diversas ocasiones esta cadena de inmolaciones, a las que califica de actos "terroristas", y acusado al Dalái Lama de instigarlas debido a que el monje ha organizado rezos en honor de los suicidas, lo que Pekín considera una "beatificación".
Además del Tíbet, otras regiones chinas con minorías locales, como la de Xinjiang, han registrado hostilidades similares en los últimos años entre estos grupos y los colonos chinos en las que murieron centenares de civiles en 2009.