La multitud va creciendo día a día. En grupos de 5, de 10 o de 20, las personas, de nacionalidad venezolana y colombiana, siguen llegando a pie hasta el puente de Rumichaca, en la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia.

Pero el paso está prohibido. Así que la aglomeración es cada vez mayor y los caminantes se quedan en el lugar, pues no tienen dónde más ir. Y todos pugnan por cruzar hacia Colombia y seguir su camino.

Esta situación preocupa a las autoridades locales, pues  la acumulación de personas se convierte en un posible foco de contagio de covid-19.

“En medio de la emergencia sanitaria, durante los últimos días es común ver decenas de ciudadanos extranjeros caminando desde Guayaquil y Quito a través de la Panamericana Norte con destino a la frontera norte”, señaló la Prefectura de Carchi.

Muchos de ellos arribaron hasta el puente tras caminar por más de una semana, en algunos casos, y otros con mayor estado física, superan ya los 60 días.

La falta de empleo y alimentación y el miedo al contagio en países como Perú, Chile y Ecuador, obligaron a  estas personas a salir de estas naciones para tratar de regresar a su patria.

Pero el cierre de la frontera con Colombia causa el represamiento de gente. Ahora, según cálculos de las autoridades provinciales, hay cerca de 100 ciudadanos en el punto.

Para Guillermo Herrera, prefecto de Carchi, es necesario ponerse de acuerdo entre las cancillerías de los tres países (Ecuador, Colombia y Venezuela) para tratar de otorgarles un corredor humanitario de manera ordenada y con las seguridades del caso. “Así evitamos un posible aumento de contagios en nuestra provincia”, indicó. (I)