Texas.- Faltaba poco para que anocheciera. Una llamada de incendio alertó a la estación de bomberos para que se dirigiera a la planta de fertilizantes de West, en Texas.

Segundos después, mientras los miembros bomberiles realizaban su trabajo, una fuerte explosión se produjo que dejó cerca de 70 muertos, 180 heridos, además de bomberos desaparecidos, según cálculos de la Policía.

La potente explosión que se sintió a 70 kilómetros de distancia del lugar hizo que algunos habitantes creyeran que se trataba de una bomba atómica y otros que era un terremoto. Esto debido a que el estallido produjo un sismo de 2,1 grados en la escala de Richter, registró el Servicio Geológico de Estados Unidos.

“Fue como una bomba atómica. Terminé tirada en el piso. Es como si hubiesen levantado la carretera”, relató Cheryl Marich, cuya casa fue destruida. Otro testigo, Bill Bohannan, contó al Waco Tribune-Herald que “cada vivienda en unas cuatro calles de alrededor fue afectada”.

Uno de los bomberos voluntarios que estuvo en la planta  cuando ocurrió la explosión dijo que la onda expansiva le arrancó su casco, incluso las puertas y ventanas de las  viviendas del vecindario.

De hecho, el mismo alcalde de West en Texas, Tommy Muska, aseguró que “la poderosa explosión provocó una bola de fuego de unos 30 metros de ancho y luego una nube en forma de hongo, fue como si una bomba nuclear hubiera estallado”.

Agregó que de 50 a 60 casas quedaron destruidas y que cerca de la mitad de los 2.800 habitantes del pueblo han sido evacuados, debido a que la planta emana vapores químicos que perjudicarían la salud.

En la localidad, que está a una veintena de kilómetros de Waco, en Texas, vive una importante comunidad de origen checo. “No hay indicio de que esto haya sido más que un accidente industrial o de que haya habido alguna actividad criminal, pero estamos investigando”, dijo el portavoz de la Policía de Waco, Patrick Swanton. “Toda el área alrededor de la planta es ahora una escena de crimen, sujeta a investigación”, añadió.

La Agencia federal de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego (ATF por sus siglas en inglés) se ha sumado a la investigación del suceso, ocurrido en una semana que comenzó con el estallido de dos bombas en Boston y el envío a la Casa Blanca y al Senado de sobres, supuestamente, contaminados con un compuesto tóxico.

Ante el incidente el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó la explosión de un “grave accidente”. Además, expresó en un comunicado enviado por la Casa Blanca: “Nuestras oraciones están con el pueblo de West”.

INCIDENTE COINCIDE CON ANIVERSARIO DE MATANZA DE WACO

La explosión coincidió con el vigésimo aniversario de la matanza de Waco, en el que murieron 81 personas que pusieron sus vidas en manos de David Koresh, quien era dirigente de la secta de los davidianos.

Mañana se cumplirán 18 años del atentado de Oklahoma, perpetrado por Timothy McVeigh, que tuvo como blanco el Edificio Federal Alfred P. Murrah. El ataque causó la muerte de 168 personas, entre ellos diecinueve niños menores de seis años

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