Evo Morales defiende el valor ancestral de la coca
Funcionarios de la embajada de Bolivia en Quito y sus invitados mascaron hoy hoja de coca en un acto en el que reivindicaron la despenalización de esa tradición indígena.
Al mismo tiempo, con una hoja de coca en la mano, que "en su estado natural no es un estupefaciente", el presidente de Bolivia, Evo Morales, solicitó hoy en la ONU despenalizar en su país esa planta para sus usos tradicionales y medicinales, desde Viena donde cumple una apretada agenda.
Bolivia abandonó en junio del año pasado la Convención Sobre Estupefacientes de la ONU de 1961 y ha solicitado el reingreso con una "reserva" para que se permita el masticado de la hoja de coca o "acullico" en su territorio.
La ley nacional no penaliza esa costumbre indígena, extendida también a otros sectores sociales, que usan la coca con fines rituales, medicinales y alimenticios.
El acullico no genera los efectos estimulantes que provoca la cocaína, la cual se extrae de uno de los 14 alcaloides de la hoja, sino que produce un leve efecto adormecedor en el paladar y la lengua, como un anestésico.
Le pido a todas las instituciones, a todos los países, que se repare un error histórico", declaró Morales sobre la inclusión de la hoja de coca en la lista de sustancias bajo control internacional en la Convención antidrogas de 1961.
El mandatario destacó las 27 toneladas de pasta base de cocaína interceptadas y la reducción de más de 10.000 hectáreas de cultivo en el país andino en 2011 como muestra de su voluntad política de luchar contra el narcotráfico.
También lamentó que los narcotraficantes tengan "mayor equipamiento y mayor tecnología que el Estado mismo", lo que hace difícil la lucha contra las drogas para un Gobierno "sin muchos recursos".
Por ello, solicitó a la comunidad internacional "su participación efectiva con radares, helicópteros, aviones tripulados y no tripulados, para que el combate contra el narcotráfico sea mucho más efectivo".
El mandatario destacó que "no hay ningún dato en el mundo que diga que esta hoja de coca haya hecho daño a la salud ni al ser humano".
Morales incluso mostró desde el podio toda una amplia gama de productos fabricados con hoja de coca, como mermelada, té, mate, refrescos, e incluso un licor fabricado en Holanda, en una intervención que acabó con el aplauso de numerosas delegaciones.
Para Morales, la "absurda prohibición del masticado de la hoja de coca" fue "un error histórico que se cometió contra el pueblo boliviano".
"Nuestra hoja de coca no es una droga, nuestra hoja sagrada de coca es alimento de nuestros pueblos, es parte de nuestra identidad y pedimos a la comunidad internacional que se la saque (de la lista de estupefacientes), que se la desestigmatice", dijo a Efe el encargado de negocios de la embajada en Quito, Manuel Monroy, a cargo temporalmente de la sede diplomática.
En Quito, Monroy destacó hoy el valor nutritivo de la coca, que contiene, según dijo, varias vitaminas, calcio, potasio, magnesio y sodio, y su empleo medicinal para contrarrestar la artritis, el reumatismo, problemas estomacales y el mal de altura, así como contra el cansancio.
Bolivia planteó el año pasado una enmienda a la Convención de 1961 para despenalizar el masticado de la coca, pero requería la unanimidad de los países adheridos al tratado, por lo que no prosperó.
Se opusieron 18 naciones, incluidos Estados Unidos, México, Alemania y Francia, según Monroy.
Tras ello, Bolivia abandonó la Convención y posteriormente pidió su reingreso con la reserva, que afirmaría la legalidad de esa costumbre solo en su territorio.
Los 184 países que forman parte del tratado tienen hasta enero de 2013 para decidir sobre la readmisión de Bolivia, que será vetada si un tercio de las naciones rechaza la reserva.
Con 31.000 hectáreas sembradas, Bolivia es el tercer productor de hoja de coca después de Colombia y Perú, de las cuales 12.000 son legales y están destinadas a usos tradicionales.
El mandatario destacó las 27 toneladas de pasta base de cocaína interceptadas y la reducción de más de 10.000 hectáreas de cultivo en el país andino en 2011 como muestra de su voluntad política de luchar contra el narcotráfico.
También lamentó que los narcotraficantes tengan "mayor equipamiento y mayor tecnología que el Estado mismo", lo que hace difícil la lucha contra las drogas para un Gobierno "sin muchos recursos".
Por ello, solicitó a la comunidad internacional "su participación efectiva con radares, helicópteros, aviones tripulados y no tripulados, para que el combate contra el narcotráfico sea mucho más efectivo".
El mandatario destacó que "no hay ningún dato en el mundo que diga que esta hoja de coca haya hecho daño a la salud ni al ser humano".
Morales incluso mostró desde el podio toda una amplia gama de productos fabricados con hoja de coca, como mermelada, té, mate, refrescos, e incluso un licor fabricado en Holanda, en una intervención que acabó con el aplauso de numerosas delegaciones.
Para Morales, la "absurda prohibición del masticado de la hoja de coca" fue "un error histórico que se cometió contra el pueblo boliviano".