Estados Unidos registró más de un millón de casos de COVID-19, que, según un balance de la Universidad Johns Hopkins, es una cifra diaria a la que no se había enfrentado ningún país en todo el tiempo de pandemia.

Según datos del gobierno estadounidense, la variante Ómicron sería la causante del aumento “casi vertical” de casos en el país.  El 59% de los casos positivos en la semana contabilizada hasta el 25 de diciembre fueron un efecto de la más reciente e infecciosa variante.

Siguiendo los informes de la Universidad Johns Hopkins, se registraron exactamente 1.083.948 infecciones y 1.688 muertes en 24 horas. Aunque varios expertos señalan que la cifra puede ser aún mayor, tomando en cuenta a las personas que decidieron obtener un diagnóstico a través de pruebas en casa o auto-test, con resultados que no han sido registrados por las autoridades sanitarias.

De acuerdo con el diario El País, el récord de casos en un día en Estados Unidos fue el jueves 30 de diciembre, en donde se dieron a conocer 590.000 nuevos casos. La cifra del lunes 3 de enero representa casi el doble de casos en un periodo de tiempo demasiado corto y alerta a las autoridades en la nación.

De esta manera, el país norteamericano acumula 56,1 millones de contagios y más de 820.000 muertes desde el inicio de la pandemia y debido a las festividades, las personas no vacunadas y el ataque de Ómicron, la cifra puede ir en aumento.