EE.UU., mayor exportador, firma tratado sobre comercio de armas convencionales
La administración del presidente Barack Obama firmó este miércoles el emblemático tratado que reglamenta el comercio internacional de armas convencionales, de las cuales Estados Unidos es el mayor exportador.
El texto fue suscripto en la sede de la ONU en Nueva York por el secretario de Estado, John Kerry. Estados Unidos es responsable de un 30% de ese mercado, estimado en unos 80.000 millones de dólares anuales.
"Este tratado fortalece nuestra seguridad y la seguridad global sin socavar el comercio internacional legítimo de armas convencionales", declaró Kerry.
La adhesión al tratado -que fue aprobado en Naciones Unidas en abril pasado- ahora debe ser ratificada por el Congreso estadounidense.
Algunos senadores ya han expresado su oposición al acuerdo, que provocó reacciones de quienes se oponen a la reglamentación sobre las armas.
El poderoso lobby de las armas de fuego en Estados Unidos, la NRA, muy influyente en el Congreso, alega que esta convención internacional limita el derecho de los estadounidenses a portar un armas, un tema en pleno debate en el país tras una sucesión de tiroteos mortales, el último de los cuales dejó 12 muertos en Washington el 16 de setiembre.
Si el Senado rehúsa ratificar el tratado, Estados Unidos se encontraría en la misma situación que en relación al Protocolo de Kioto sobre cambio climático, en el cual participa en las conversaciones pero no es parte del acuerdo.
El tratado regula las transacciones internacionales, al obligar a los países a verificar si existe un riesgo de que las armas vendidas puedan ser utilizadas para perpetrar crímenes de guerra y o genocidio.
Opuesto durante mucho tiempo a este texto, Washington logró que el tema de las municiones sea tratado por separado, con controles menos rigurosos.
Luego de negociarse durante siete años, este tratado es el primer reglamento internacional importante sobre desarme desde el tratado de prohibición de ensayos nucleares de 1996.
Esta vez Washington participó en los esfuerzos realizados para aprobar el tratado este año, al que se opusieron solamente tres países: Irán, Corea del Norte y Siria.
Partidarios del acuerdo esperan que más de 100 países lo firmen hacia el final de la jornada, en el marco de la Asamblea General de la ONU.