El noreste de Estados Unidos, incluyendo Nueva York, estaba lista para recibir ayer una poderosa tormenta, “potencialmente histórica” que podría dejar más de 60 centímetros de nieve en Nueva Inglaterra, lo que obligó a prohibir la circulación de vehículos en el estado de Massachusetts y cancelar más de 4.500 vuelos.

El servicio meteorológico pronosticó que una nueva tormenta de invierno impactaría la costa noreste y Nueva Inglaterra entre la noche del viernes y madrugada de este sábado con vientos de entre 100 y 120 km/hora y nevadas que causarían problemas de suministro de energía y transporte.

“La acumulación de nieve se espera que sea rápida, fuerte y peligrosa”, advirtió el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, en una conferencia de prensa.

El aeropuerto de Boston, uno de los más importantes del país, canceló todas sus operaciones desde la tarde de ayer y el servicio de trenes Amtrak hizo lo mismo en sus recorridos en el corredor noreste de Estados Unidos.

También se pronostican fuertes nevadas en los estados de Nuevo Hampshire y Maine.

Nueva York también está preparándose para la nieve. El alcalde Michael Bloomberg anunció que la ciudad, para la que se anunciaron 25 a 35 centímetros de nieve y fuertes vientos, estaba lista para las inclemencias: “Tenemos más de 250 mil toneladas de sal (para arrojarla y derretir la nieve), 350 máquinas quitanieves, además de mil 800 camiones de limpieza”, dijo.

El noreste de Estados Unidos todavía está golpeado por el paso el 29 de octubre pasado del huracán Sandy, que dejó más de 130 muertos y devastó a Nueva York y Nueva Jersey.