En una ampliación del endurecimiento migratorio del presidente Donald Trump contra los indocumentados, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en sus siglas en inglés) anunció el martes la detención de 650 personas durante la oleada de arrestos llevada a cabo en todo Estados Unidos la semana pasada.

El objetivo de las redadas eran menores (entre 16 - 17 años) que cruzaron la frontera solos y ahora tienen antecedentes delictivos o supuestos vínculos con pandillas criminales.

Pero, según Telemundo, de estas 650 personas arrestadas entre el 23 y el 26 de julio, 120 pertenecían a esta categoría. Los otros 73 detenidos formaban parte de familias, y 457, es decir, la mayoría, eran inmigrantes indocumentados que los agentes de ICE se encontraron por casualidad durante las redadas.

El medio latino detalla que la mayoría de los adolescentes carecía de antecedentes penales: solo 130 habían cometido algún delito como conducir borrachos, posesión de drogas, violencia doméstica, o asalto sexual.

Sin embargo, la ICE emitió un comunicado que menciona que todos los detenidos, tuvieran o no antecedentes, pasarían a tener una orden final de deportación.

Esta es la segunda redada de estas características, después de la que tuvo lugar en enero y febrero de 2016, cuando aún gobernaba el demócrata Barack Obama. Según ICE, esta se produce en respuesta al “incremento significativo” en la llegada de familias y menores solos provenientes de Centroamérica.

Por otra parte, ayer el presidente Trump calificó como “gravemente imperfecta” la ley que promulgó ayer sobre sanciones a Rusia - por su presunta injerencia en las elecciones de 2016.-, que también alcanza a Irán y Corea del Norte, por considerar que impide un acercamiento con estos países.

“La ley sigue siendo gravemente imperfecta, sobre todo porque limita la capacidad del poder ejecutivo para negociar”, afirmó en una nota distribuida por la Casa Blanca. (I)