El número dos de Al Qaeda, el libio Abu Yahya al Libi, murió en un bombardeo con drones en Pakistán, anunciaron ayer portavoces de Estados Unidos, que aseguraron haber infligido un "revés mayor" a la red extremista algo más de un año después de la muerte de Osama bin Laden.

"Nuestro gobierno pudo confirmar la muerte de Al Libi", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, luego de que otro alto funcionario estadounidense dijo tener  confianza en la veracidad del fallecimiento del dirigente de Al Qaeda.

Los funcionarios estadounidenses se negaron a confirmar las circunstancias de la muerte de Al Libi, pero las autoridades pakistaníes habían anunciado un bombardeo con aviones teleguiados sobre un complejo de viviendas situado en las regiones tribales del noroeste del país, un santuario de Al Qaeda cercano a la frontera afgana.

La operación, desarrollada la madrugada del lunes, habría causado la muerte de 15 insurgentes islamitas, una cifra no confirmada por Washington. El objetivo era Al Libi, había indicado en la noche el The New York Times.