Maduro convoca a una marcha para protestar contra amenaza de Trump sobre intervención militar
Estados Unidos califica a Venezuela como un "Estado fallido"
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo ayer durante una visita a Colombia que su país está “absolutamente determinado a usar todo su poder económico y diplomático para restaurar la democracia en Venezuela”.
Las declaraciones se produjeron luego de que este se reuniera con un grupo de inmigrantes venezolanos en la caribeña Cartagena y horas después de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos le dijera que Latinoamérica rechaza una intervención militar en Venezuela.
“Ni Colombia ni América Latina, desde el sur del Río Grande hasta la Patagonia, podrían estar de acuerdo (con una intervención militar). América es un continente de paz. Mantengámoslo así”, le dijo Santos a Pence durante una declaración a la prensa en la que participaron los dos el domingo.
Ayer, sin embargo, el vicepresidente de Estados Unidos retomó el tema y tras su encuentro con refugiados venezolanos en una iglesia cristiana en Cartagena dijo a periodistas que Venezuela “es un Estado fallido que amenaza a la seguridad y la prosperidad de todo el hemisferio”.
Mientras tanto, las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de “contemplar la opción militar” frente a la crisis de Venezuela suscitaron un generalizado rechazo en América Latina.
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, consideró inadmisible que Estados Unidos piense en realizar una intervención militar para solucionar la crisis política de Venezuela y anunció una declaración de rechazo a esa opción por parte de todos los países del Mercado Común del Sur (Mercosur).
La visita de Pence a Colombia, que comenzó el domingo como parte de una gira que lo llevará además a Argentina, Chile y Panamá, ha estado marcada por la grave crisis que vive Venezuela y las acciones que contempla la región para propiciar una solución política.
El vicepresidente estadounidense dijo que es consciente de que a Colombia están llegando miles de refugiados venezolanos diariamente y aseguró que su país podría ayudar al gobierno de Santos a enfrentar esta oleada migratoria.
“A Colombia están llegando miles de refugiados y Estados Unidos estará aquí para respaldarla”, señaló Mike Pence, en compañía de su esposa Karen Pence, en su segundo día en Colombia y antes de partir hacia el aeropuerto internacional Rafael Núñez de Cartagena, desde donde voló en el avión presidencial rumbo a Buenos Aires (Argentina), el segundo país que visitará, en un periplo que lo llevará -además- por Chile y Panamá.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por su parte, llamó ayer a protestar en Caracas contra la amenaza de intervención militar del presidente de Estados Unidos.
La advertencia de Trump en cuanto a la posibilidad de medidas militares de su país para resolver la crisis política en Venezuela y frenar la deriva autoritaria de su gobierno inquietó a los países de la región.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), también exteriorizó su rechazo a la opción militar, condenó el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y criticó que se amagara con usarlas.
Cultivos ilícitos, el otro tema
Pero además de abordar el tema de Venezuela, Pence pidió al presidente Santos, con quien se reunió el domingo en Cartagena, que Colombia tomara “una acción rápida” contra los cultivos de hoja de coca, que crecieron 50 por ciento entre 2015 y 2016 hasta llegar a 188.000 hectáreas.
“Esto tiene que terminar rápido”, señaló Pence, quien calificó de dramático el incremento en los cultivos ilícitos.
Además, reiteró la disposición de Estados Unidos para seguir trabajando con Colombia en la lucha contra el narcotráfico.
El presidente Santos, por su parte, le recordó a Pence que en el tema de las drogas hay “preocupaciones compartidas” entre Estados Unidos y Colombia, pero también “responsabilidades compartidas”.
Estados Unidos, a fin de cuentas, es el principal consumidor de drogas en el mundo y el mayor mercado de los narcotraficantes latinoamericanos. (I)
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Venezolanos marchan contra amenaza de EE.UU.
Miles de venezolanos marcharon ayer en Caracas para repudiar la advertencia del mandatario estadounidense, Donald Trump, de que podría usar “la opción militar” en Venezuela, una amenaza que rechaza la región y oxigenó al gobierno de Nicolás Maduro.
Con una canción resonando por el altoparlante “¡Yankee go home!”, seguidores del Gobierno, vestidos de rojo, se movilizaron hacia el palacio presidencial de Miraflores, a la espera de la comparecencia de Maduro, quien aún no reacciona personalmente.
“Vamos a seguir en la calle protestando contra cualquier forma de injerencismo del imperialismo, sea directamente o con sus aliados en Latinoamérica. Exigimos respeto”, aseguró el dirigente chavista Diosdado Cabello en la manifestación.
En su visita a Colombia, el vicepresidente Mike Pence advirtió el domingo que EE.UU. “no aceptará una dictadura en Venezuela”, pero matizó la advertencia de Trump, lo que, sin embargo, no aplacó al Gobierno venezolano.
EE.UU. impuso recientemente sanciones financieras y jurídicas contra Maduro y una veintena de sus funcionarios, acusándolos de quebrantar la democracia y violar los derechos humanos.
La advertencia de Trump generó fuerte rechazo internacional, precisamente cuando varios gobiernos aumentaron su presión contra Maduro, tras la instalación hace una semana de una Asamblea Constituyente oficialista que rige el país.
Funcionarios gubernamentales encabezaron manifestaciones en distintas ciudades, en tanto que las Fuerzas Armadas, principal sostén del Gobierno, reiteraron su lealtad a Maduro y que están listas para repeler una agresión militar. (I)
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Washington no busca cambiar a Corea del Norte
“Estados Unidos no busca cambiar el régimen de Pyongyang ni acelerar la reunificación de la península de Corea”, declararon ayer los secretarios de Defensa y de Estado estadounidenses.
Jim Mattis y Rex Tillerson afirmaron en una columna de opinión en The Wall Street Journal que EE.UU. “no busca ningún pretexto para estacionar tropas al norte de la zona desmilitarizada (que marca la frontera entre las dos Coreas). No tenemos ningún deseo de hacerle mal al pueblo norcoreano, que ya ha sufrido mucho y que no debe ser confundido con el régimen hostil de Pyongyang”.
Este mensaje se envía después de las belicosas palabras del presidente Donald Trump en reacción a los ensayos de dos misiles balísticos intercontinentales. Se trata también de un mensaje de Washington a la vecina China sobre sus intenciones respecto a Corea del Norte. La reciente instalación de un escudo antimisiles estadounidense (Thaad) en Corea del Sur contrarió seriamente a Pekín.
“Si China quiere jugar un papel más activo para garantizar la paz y la estabilidad -de la que todos nosotros, y China en primer lugar, obtenemos grandes beneficios- debe tomar la decisión de ejercer su decisiva influencia diplomática y comercial sobre Corea del Norte”, escribieron ambos ministros.
Por otra parte, ayer Michael Elleman, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), señaló que Corea del Norte desarrolló con rapidez misiles que podrían llegar a EE.UU., probablemente gracias a motores de diseño soviético producidos en una planta en Ucrania y obtenidos en el mercado negro, de acuerdo con un estudio revelado la tarde de ayer. (I)