Esperanza y dudas en comunidad iraní de Los Ángeles por acuerdo sobre programa nuclear
Los iraníes de "Tehrangeles", la comunidad iraní de Los Ángeles y la más grande fuera de Irán, recibió este martes con alegría, pero también con escepticismo, la noticia del acuerdo entre las potencias occidentales y su país de origen sobre su controvertido programa nuclear.
Alex Helmi, jefe de una lujosa tienda de alfombras, dijo sentirse "muy muy feliz de que Estados Unidos y los otros países hayan finalmente alcanzado un acuerdo y elegido el diálogo, porque la política que consistió en no hablarse durante 35 años no funcionó".
El hombre, de 59 años, que vive en Estados Unidos desde hace 40 años, estimó que el acuerdo debería ser "bueno para las personas que viven en Irán porque abre puertas, la economía debería mejorar".
"Es muy positivo contra la proliferación nuclear, es el esbozo de un acuerdo viable sobre el nuclear civil" en Irán, agregó desde una librería iraní, Ali Shoroush, quien se define como "un viejo izquierdista" de 60 años.
Más de 700.000 iraníes o descendientes de iraníes viven en esta aglomeración de Los Ángeles llamada "Tehrangeles".
En su tienda de artesanías de Westwood boulevard, en una zona conocida como "Persian Plaza" debido a la cantidad de comercios iraníes, Sam Tala considera que el acuerdo entre Teherán y el grupo 5+1 (los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- y Alemania) facilitará los intercambios comerciales.
Este pelirrojo de 29 años espera que se revalúe la moneda para que los iraníes tengan mayor poder de compra. Debido a las sanciones internacionales, Irán se ve obligado actualmente a importar una gran parte de sus bienes.
Irán y el grupo 5+1 concluyeron el martes un acuerdo de 109 páginas que prácticamente imposibilita a Teherán la fabricación de una bomba atómica durante varios años, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que ahogaban a su economía.
El objetivo es hacer casi imposible que Irán pueda fabricar la bomba atómica, permitiendo al mismo tiempo a Teherán, que niega haberlo intentado en algún momento, su derecho a desarrollar una industria nuclear civil.
En la tienda de música Musi, Anita, una artista de 35 años que prefiere no dar su apellido, se mostró más escéptica en cuanto al acuerdo. "Espero que todo vaya mejor para la economía, que lo jóvenes de Irán puedan encontrar trabajo, pero mi preocupación principal son los derechos humanos. Esperamos que hayan más avances desde ese lado", dijo quien milita por la liberación del líder espiritual preso Mohammad Ali Taheri.
Jimmy Delshab, un iraní estaodunidense y judío que fue alcalde de Beverly Hills, se mostró más crítico. "Irán ganó una gran victoria. Tienen todo lo que querían".
Delshab duda de la fiabilidad del gobierno iraní. "Está en su ADN mentir para alcanzar un objetivo. Para ellos, no es una deshonra", aseguró, al tiempo que manifestó sus dudas acerca de la capacidad de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para vigilar eficazmente las instalaciones iraníes. "No han mostrado que eran capaces, particularmente con Corea del Norte", dijo.
Respecto a la desconfianza manifestada también por Israel, que calificó el acuerdo de "error histórico", Delshab dijo que entendía la postura. "Irán es el único país que amenazó de manera frontal a Israel y (con el levantamiento de las sanciones) será más fuerte y tendrá más dinero para financiar sus grupos afines como Hezbolá o Hamas", añadió. (I)