Enfrentamientos entre policías y manifestantes ante el Parlamento portugués
Cientos de policías y manifestantes se enfrentaron a pedradas y golpes ante las puertas del Parlamento luso, donde concluyó la principal manifestación de la huelga general organizada este miércoles en Portugal.
Durante la jornada no se habían registrado incidentes de importancia, pero después del mitin sindical que cerró la huelga en Lisboa varias decenas de manifestantes lanzaron piedras y botellas durante más de dos horas contra el cordón policial que protegía la escalinata de la Asamblea Legislativa.
Finalmente la policía cargó contra los manifestantes a golpes de porra y con perros y se produjeron escenas de pánico y violencia en los alrededores del Parlamento.
Se vio a varios civiles con sangre en el rostro, personas mayores que sufrieron golpes y empujones, y policías que fueron socorridos por sus compañeros tras recibir el impacto de cascotes lanzados por encapuchados.
Portavoces policiales dijeron no tener aún información sobre los heridos o detenidos, entre ellos varios de los encapuchados, mientras continuaban los enfrentamientos en las calles aledañas al Parlamento, donde ardieron algunos contenedores de basura y se colocaron barricadas.
Los disturbios de hoy han sido los más violentos registrados en Portugal durante las manifestaciones y huelgas convocadas en el último año contra las medidas de austeridad del Gobierno conservador.
Un jefe policial declaró a los periodistas en el lugar de los hechos que la carga fue necesaria para frenar la agresividad de los manifestantes, que arrancaron decenas de las piedras con las que están pavimentadas las calles de Lisboa para arrojarlas sobre los agentes.
Varios de ellos fueron alcanzados pese a cubrirse con escudos, y en las escalinatas de la sede del Parlamento se amontonaron los cascotes y fragmentos de botellas.
La manifestación de Lisboa culminó la huelga general organizada hoy por el principal sindicato luso, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista), que consideró el paro "uno de los mayores" vividos en Portugal.
Además de los choques ante la Asamblea, durante la jornada solo se informó de algunos altercados entre policías y piquetes del sector de los transportes de Lisboa, en los que, según el Gobierno, no hubo heridos ni detenciones.