En Raqa, unos niños ayudan a un grupo de civiles a huir del Estado Islámico
En Raqa, varios niños salieron tímidamente a la calle en un barrio en poder del grupo autodenominado Estado Islámico (EI). Al ver a lo lejos cómo unos hombres armados les hacían una señal amistosa, convencieron a sus padres de que tenían vía libre para huir.
Ahmad Chaabo, uno de los 20 civiles que logró escapar el martes de un barrio de la ciudad siria, cuenta cómo, gracias a esos niños, él y otras personas lograron evitar la muerte.
"Estábamos totalmente asediados y los yihadistas no nos dejaban salir", recuerda Ahmad, de 35 años, sentado en una acera con su niña en brazos.
"En cuanto nos asomábamos afuera, los tiradores emboscados nos acechaban. Me dispararon una vez mientras buscaba agua con mis amigos", explica este hombre, que se encuentra ahora en seguridad en Jazra, en la periferia oeste de Raqa.
Bloqueados en Al Dariya, un barrio occidental de Raqa, Ahmad y los demás civiles sabían el martes que las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la alianza kurdo-árabe que intenta arrebatarle la ciudad al EI, estaban cerca de ahí.
"Los niños fueron a inspeccionar la calle para ver si había forma de salir. Ellos (los combatientes de las FDS) los vieron y los llamaron", dice Ahmad. "Un niño volvió entonces hacia nosotros para decirnos que podíamos salir", añade. Afortunamente para ellos, no había ningún yihadista por ahí.
A su lado, mujeres, niños y ancianos parecen agotados. Algunas madres de familia tienen los ojos húmedos, el rostro marcado por la angustia, aunque los supervivientes están aliviados de haber huido de la muerte.
Varias mujeres visten abayas de colores, muy distintas de las negras impuestas por el EI en los territorios que controla en Siria y en Irak.
Avance lento
Las FDS entraron el 6 de junio en Raqa, la "capital" del EI en Siria, y conquistaron el 25% de su superficie. Ahora intentan asediar el centro de la ciudad pero, para conseguirlo, deben tomar primero los barrios aledaños como el de Al Dariya.
El centro de la ciudad dará lugar a la batalla más dura y arriesgada porque es ahí donde se concentra el mayor número de habitantes y de yihadistas.
La ofensiva de Raqa es la más emblemática para las FDS que llevan meses luchando contra el EI con la ayuda de la coalición internacional dirigida por Washington.
Los civiles que siguen en la ciudad -casi 100.000, según la ONU- sufren la escasez de electricidad, de comida y, sobre todo, de agua.
En la entrada de Al Dariya, dentro de un edificio, un tirador emboscado de las FDS dispara con su arma automática a través de un agujero en la pared. Desde ahí se puede observar un paisaje de inmuebles de tejados derrumbados, con columnas de humo que se elevan hacia el cielo.
A lo lejos, dos cadáveres yacen en una calle.
El avance de las FDS es lento desde hace una semana porque los yihadistas toman a los civiles como rehenes, según la alianza kurdo-árabe, y además el EI está lanzando un contrataque para defender su feudo.
"Cuanto más avanzamos en la ciudad, más aumentan sus ataques con coches bomba, francotiradores y armas pesadas", explica Zana Kobane, un comandante de las FDS. (I)