La vida continúa. Esta amenaza no debe impedirnos de seguir con nuestras vidas y no debemos caer en el miedo pero si tenemos que estar vigilantes”, fue la consigna de la comunidad francesa residente en el país ante los actos terroristas ocurridos el viernes.

Este sábado en la ‘Alianza Francesa’ de Quito, en presencia de autoridades, embajadores, estudiantes del colegio ‘La Condamine’ y ciudadanía en general se realizó un minuto de silencio en memoria de las víctimas y se llamó a la unidad.

“No vamos a caer en la trampa de la división y del miedo. Los terroristas quieren dividirnos pero estamos más unidos que nunca”, manifestó el embajador de Francia en Ecuador, Francois Gauthier, quien insistió en que no se trata de una guerra entre pueblos o religiones sino que es “un grupo reducido de fanáticos” que buscan fomentar conflictos a nivel mundial.

Lea también: "Hoy más que nunca hay que pararse firme ante el terrorismo"

Sobre si se realizará la Conferencia de París sobre el Clima (COP21), a la que deben asistir más de 100 jefes de Estado, el embajador replicó las palabras del ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, y aseguró que se mantiene en pie la cita.

En ese sentido el jefe de misión de la Unión Europea (UE) en Ecuador, Peter Schwaiger, manifestó que toda la comunidad rechaza los actos violentos y se unirá para capturar a los responsables.Y que este hecho no desviará el proceso que la UE lleva a cabo para recibir a los refugiados.

“Las personas que acuden a Europa son justamente gente que está huyendo del terror que se vive en Irak y en Siria entonces están igualmente afectados por el terrorismo. Si hablamos de valores nosotros también tenemos la obligación de recibir a estas personas”, señaló.

Por otro lado la consejera consular de los alrededor de 2.000 franceses que viven en el país, Florence Baillon, expresó que es una suerte que en América Latina la comunidad francesa se pueda expresar porque en otros lados como Inglaterra, Italia y España no lo han podido hacer por el miedo a que ocurran nuevos atentados.

“Fue muy desesperante porque las noticias llegaban poco a poco. Fueron lugares que todos conocemos entonces nos identificamos mucho porque todo el mundo ha ido a un concierto. Lo positivo es que sé que la gente fue muy solidaria para ayudar a los heridos y que no hubo comentarios racistas ni antimusulmanes.

No es un problema religioso sino político y nuestros hermanos musulmanes siguen siendo nuestros hermanos, de eso no hay duda”, recalcó Baillon, quien también destacó la solidaridad de las respectivas autoridades ecuatorianas y la ciudadanía en general. (I)