En medio del luto por las víctimas caídas durante las protestas y sin un Ejecutivo de unidad nacional inició en Ucrania la campaña electoral por la presidencia del país. En tanto, el Gobierno provisional pidió a la Corte Penal Internacional que procese al depuesto presidente, Víktor Yanukóvich, por crímenes contra la humanidad.

Luego de que el nuevo legislativo destituyó a Yanukóvich, quien debía gobernar hasta el 2015, y anticipó los comicios presidenciales para el 25 de mayo próximo, el proceso de nominación de candidatos y entrega de las inscripciones se abrió ayer y cierra el 30 de marzo.

Un acuerdo negociado entre Yanukóvich, ahora prófugo, y los líderes de la oposición, con mediación de diplomáticos europeos y rubricado el 21 de febrero, determinó la celebración de las presidenciales anticipadas y un proceso de modificaciones constitucionales que deberán concluir en septiembre.

De momento, las figuras visibles de la puja presidencial son la excarcelada exprimera ministra Yulia Timoshenko, por la fracción de Batkivschina, y el líder de Udar y boxeador profesional, Vitali Klichko, quien confirmó su postulación.

Por otra parte, las consultas para la formación del Gobierno de Unidad Nacional se han estancado, lo que ha obligado al presidente interino, Alexandr Turchínov, a aplazar la votación en la Rada Suprema (Parlamento) hasta mañana.

Turchínov, expresó a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, la aspiración de su país de ingresar en la Unión Europea. Además se pronunció a favor de que ambas partes reanuden las negociaciones para la firma de un Acuerdo de Asociación, cuya suspensión en noviembre pasado fue el detonante de las protestas antigubernamentales. El gobierno cifra en $35.000 millones la ayuda que necesitan para reestructurar la economía y evitar la bancarrota y espera que esa ayuda le llegue desde el Occidente. Por su parte, Ashton reiteró su apoyo a Ucrania y dijo que el bloque europeo está dispuesto a entregarle los recursos necesarios para “que el país siga adelante”.

Rusia, que mantiene lazos comerciales con Ucrania y disputa sus intereses económicos con la UE en territorio ucraniano, calificó de peligrosos y contraproducentes los intentos desde Europa de imponer a Ucrania una opción, pero descartó la injerencia de su país en los asuntos internos del vecino país.