El plan del actual mandatario Hernández es privatizar los servicios públicos, advierte zelaya
“En Honduras nadie se rinde”
Antes de comenzar la entrevista, el expresidente Zelaya se refiere al momento en que fue derrocado por el golpe de Estado en 2009 y hace una analogía con el presente que vive Honduras. “Estaba en ropa de cama esa madrugada del 28 de junio: me sacaron con ráfagas de metralletas de mi propia casa y de la presidencia. Fui violentamente expulsado del país. Hoy los mismos militares, por orden de los mismos golpistas, me expulsaron con gases y golpes del Congreso Nacional”. La alusión es al violento desalojo de diputados de su partido -Libertad y Refundación, Libre- el 13 de mayo pasado durante una protesta en la que reclamaban participar de la elección del Tribunal Electoral. Con este hecho ejemplifica el trato del presidente Juan Hernández a la oposición.
¿Cuáles son sus impresiones sobre las primeras medidas del gobierno de Juan Orlando Hernández, meses después de una controvertida elección donde denunció que habían robado el triunfo de Xiomara?
Juan Orlando Hernández no es un presidente independiente: depende de la extrema derecha norteamericana, que le gira instrucciones precisas para el control de Centro América y el Caribe. Además, su gobierno surgió de un escandaloso fraude electoral, con el cual apenas logró alcanzar el 34% de los votos nacionales. Su gobierno militariza en forma rápida y agresiva nuestro país. Días atrás anunció la segura compra de aviones de guerra, justificando que El Salvador -nuestro vecino- había adquirido aviones. De esta forma previene a la población de un posible conflicto con este hermano pueblo, algo que sería mortal para la paz en la que aspiramos a vivir.
¿Cómo ve la población hondureña estas políticas de seguridad que usted menciona?
Sus acciones de militarizar la sociedad generan sospechas generalizadas y terror en la población: ha convertido todas las políticas de seguridad en acciones represivas contra todo el que se oponga a sus planes, incluida la oposición política. Todo lo anterior es más evidente cuando desde el Gobierno callan y permiten la operación de grupos paramilitares -y escuadrones de la muerte- en nuestro territorio, que llevan adelante lo que llaman “limpieza social”. ¿En qué consiste? En el asesinato de miles de jóvenes y niños, tal como ha sido denunciado por Casa Alianza, organización internacional de Derechos Humanos.
Y a nivel económico, ¿cuál es su evaluación de las medidas del actual Gobierno?
El plan de Hernández es profundizar las privatizaciones de los servicios públicos: carreteras, puertos, telecomunicaciones, aeropuertos, energía e instituto de seguridad, y toda actividad económica de un Estado ya casi desaparecido. Sin dudas busca entregar la economía del país y sus principales riquezas al capital transnacional, y a los sectores más privilegiados del sector privado. Esto empobrece cada día más al pueblo hondureño: los índices de pobreza llegan al 70% de la población. Sumado a ello, el anunciado combate a la droga es parcial y tibio, siguiendo los manuales de la DEA.
¿Qué fue lo que sucedió en el Congreso cuando ustedes reclamaban participar en la elección del Tribunal Electoral?
Por orden de Hernández, un batallón de militares atacó a ciudadanos desarmados y diputados que nos encontrábamos en el propio Hemiciclo del Congreso Nacional. Nos sacaron a culatazos y gases lacrimógenos, golpeándonos. Resistimos a esto, sin dejar nuestras posiciones de protesta pacífica.