Bendijo a la ciudad desde una loma
En Holguín visitó el monumento a Juan Pablo II
El papa Francisco llamó ayer desde la ciudad cubana de Holguín a compartir la ternura y la misericordia con los enfermos, los presos, los ancianos o las familias en dificultad.
En la plaza de la Revolución Calixto García y ante miles de personas, el Sumo Pontífice renovó su mensaje a favor de los más desfavorecidos, como es habitual en su prédica desde que se convirtió en la máxima figura de la Iglesia Católica en marzo de 2013.
El Obispo de Roma instó a las personas a ver más allá de las apariencias, del pecado, del fracaso, de la indignidad, o de la categoría social, y mirar lo más auténtico que vive en cada persona. “Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sobrellévense mutuamente con amor, esfuércense por mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz”, pidió ante miles de personas que escuchaban atentas su homilía.
Francisco resaltó el trabajo de la Iglesia Católica en Cuba, que con esfuerzo y sacrificio trabaja para llevar a todos, aun en los lugares más apartados, la palabra y la presencia de Cristo.
Francisco elogió especialmente, en presencia del presidente Raúl Castro, las “llamadas ‘casas de misión’, ante la escasez de templos y de sacerdotes, que permiten a tantas personas poder tener su espacio de oración, de escuchar la Palabra (de Dios), de catequesis y de vida en comunidad”.
En esta isla de mestizaje y sincretismo religioso (cristianismo y cultos africanos), Fidel Castro impuso el ateísmo en la Constitución, pero en 1992 Cuba pasó a ser país laico y ya no hay discriminación para los creyentes.
Asimismo, se refirió a la Virgen de la Caridad del Cobre, cuyo santuario visitará en la provincia de Santiago de Cuba. “Deseo dirigir ahora la mirada a la virgen María, virgen de la Caridad del Cobre, a quien Cuba acogió en sus brazos y le abrió sus puertas para siempre, y le pido que mantenga sobre todos y cada uno de los hijos de esta noble nación su mirada maternal”, pidió.
Durante la estancia en Holguín, el Papa bendijo a la urbe desde la Loma de la Cruz, un espacio cargado de simbolismo y tradición desde donde se divisa toda ciudad. Otro momento lleno de simbolismo fue la visita a la estatua de Juan Pablo II, papa que visitó Cuba en enero de 1998.
Situada en el atrio de la catedral de San Isidoro, frente al parque de igual nombre, la imagen rinde tributo al Pontífice que dispuso la creación de la diócesis de Holguín, que comprende los territorios de esta provincia y de la vecina Las Tunas, explicaron miembros del comité organizador. (I)