Emotivo adiós del Congreso Nacional Africano a Mandela, su padre político
Nelson Mandela viajó hoy por última vez a la aldea de su infancia, Qunu, tras ser homenajeado por los herederos de su legado político, los dirigentes del Congreso Nacional Africano (CNA), que ha gobernado Sudáfrica en las dos últimas décadas.
Mandela lideraba el CNA cuando en mayo de 1994 juró el cargo como primer presidente negro del país tras las primeras elecciones libres de Sudáfrica, que se ha mantenido fiel desde entonces a los colores del partido.
Esos mismos colores envolvieron hoy el féretro del héroe nacional, honrado por última vez por el CNA en una sentida ceremonia oficiada en la base aérea militar de Waterkloof, en Pretoria, horas antes de emprender el vuelo de vuelta al hogar de su infancia.
Si Mandela inauguró la llamada "Nación arco iris", el nieto mayor del expresidente, Mandla Mandela, aseguró hoy que el país tiene por delante "un futuro muy brillante".
El nieto, que ha acompañado al icono de la lucha contra el régimen racista del "apartheid" durante los tres días de su velatorio en la sede del Gobierno sudafricano en Pretoria, lanzó un mensaje de esperanza a un partido que, según gran parte de la opinión popular, se ha quedado huérfano tras la muerte de Mandela.
"Durante los últimos tres días me he sentado junto a mi abuelo (...) He visto a su Ejército (de Sudáfrica), a su gente... Y puedo asegurar al CNA que el futuro de este país parece brillante", apostilló Mandla Mandela.
Canciones de lucha, banderas y arengas contrarrestaron las lágrimas de centenares de devotos que recordaban a su padre político bajo el toldo de un hangar en la base aérea.
Uno de los cánticos más emocionantes fue entonado por el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, quien cifró la grandeza de Mandela en su intelecto y capacidad para la acción: "Combinó dos cosas que no son fáciles de conseguir, teoría y práctica".
Zuma también aprovechó su intervención para lanzar un aviso a quienes piensan que el CNA ha quedado huérfano tras la marcha de Mandela.
"No deberíamos pensar que la muerte de Madiba es un momento para marcarnos metas", aseveró días después de que el expresidente Thabo Mbeki, de la misma formación, sugiriera que el país necesitaba ahora un mejor liderazgo.
"Necesitamos elevar la calidad de nuestro liderazgo", dijo Mbeki el miércoles, el día después de que Zuma fuese sonoramente abucheado durante la ceremonia religiosa en honor a Mandela que tuvo lugar en el estadio FNB de Johannesburgo.
Otro de los nietos del mito, Ndaba Mandela, elevó por contra al CNA al nivel de "la organización política africana más importante de la historia".
Más allá de la pérdida política, el drama personal de la viuda del exmandatario, Graca Machel, se tornó hoy en llanto al recibir la bandera del CNA que había envuelto el féretro de Mandela durante la ceremonia.
Vestida estrictamente de luto, Machel tuvo que limpiarse repetidamente las lágrimas con un pañuelo después de que Zuma le entregase la enseña de color negro, dorado y verde, cuidadosamente doblada.
Héroes de la lucha contra el "apartheid", como Ahmed Kathrada y Andrew Mlangeni, portaron el ataúd hasta el avión que lo llevaría al aeropuerto de Mthatha, en el sureste del país, a pocos kilómetros de Qunu, donde Mandela será enterrado este domingo.
A decenas de kilómetros de distancia, en Johannesburgo, la ciudad retomaba el pulso prenavideño, los centros comerciales se llenaban de compradores y solo algunos ciudadanos rezagados y turistas acudían a sitios significativos en la vida del artífice de la Sudáfrica de la reconciliación.
La calle Vilakazi del gueto negro de Soweto, donde se encuentra la casa de Mandela, era frecuentada hoy por menos turistas que vendedores ambulantes.
Entre ellos, un grupo de sindicalistas irlandeses que hicieron huelga durante tres años para protestar por la importación de productos procedentes del régimen del "apartheid" en la década de los años ochenta.
"Me siento muy triste, fue una gran persona", explicó a Efe Karen Gearon, una de las irlandesas que ha viajado a Sudáfrica para participar en los actos en homenaje a Mandela.
"Un héroe ha caído. (...) Ahora es el turno de los jóvenes de abrir los ojos", advertía Steven, quien ha custodiado el libro de condolencias del museo desde el fallecimiento de Mandela, el pasado día 5.
El funeral de Estado de Mandela se celebrará mañana en Qunu con la asistencia de más de 4.000 personas, entre ellas una veintena de mandatarios internacionales y dignatarios.
Mandela falleció a los 95 años rodeado de su familia en su casa de Johannesburgo, tras una larga convalecencia por problemas respiratorios.