El ex primer ministro egipcio Ahmed Shafiq, aspirante a las elecciones presidenciales de 2018, fue detenido este sábado en su domicilio en los Emiratos Árabes Unidos para ser expulsado hacia Egipto, informaron dos de sus asistentes a la agencia AFP.

Poco después, la agencia estatal emiratí WAM indicó que Shafiq había abandonado el país con destino a Egipto dejando a su familia en los Emiratos.

La expulsión de Shafiq ocurrió días después de que el ex primer ministro, que estaba exiliado en los Emiratos desde 2012, anunciara su candidatura en las elecciones del próximo año y acusara a las autoridades emiratíes de impedirle abandonar su territorio, unas declaraciones que enfadaron a sus huéspedes.

Shafiq, un exgeneral nombrado primer ministro en 2011 en los últimos días de Hosni Mubarak al poder, ya fue candidato en los comicios de 2012, pero fue vencido por el islamista Mohamed Mursi. Poco después de la derrota, fue investigado por la justicia egipcia por corrupción y acabó exiliándose en Emiratos Árabes Unidos.

Finalmente un tribunal lo absolvió, por lo que, según su abogado, era libre de regresar a Egipto.

Este sábado, responsables emiratíes acudieron al domicilio de Shafiq para expulsarlo, contó una de sus asistentes.

"Lo fueron a buscar a la casa y lo metieron en un avión privado. Le dijeron que volvería a El Cairo porque solo podían devolverlo a su país de origen", explicó.

Otro asistente confirmó a la AFP que Shafiq sería deportado a El Cairo, y su abogada, Dina Adly, escribió en Facebook que el ex primer ministro había sido "detenido" para ser enviado a Egipto.

Sisi, seguro de presentarse

Después de que anunciara su candidatura el miércoles, los medios de comunicación progubernamentales y algunos políticos atacaron a Shafiq, considerado como el único adversario de Sisi capaz de conseguir un amplio número de votos.

Otro candidato, el izquierdista Jaled Ali, tiene problemas legales que podrían impedirle presentarse a las elecciones, y un desconocido coronel del ejército también anunció su intención de concurrir a los comicios.

Sisi, exjefe del ejército que derrocó a Mursi en 2013 a raíz de protestas multitudinarias contra el presidente islamista, ganó las elecciones en 2014.

Se da por hecho que se presentará a las elecciones de 2018, aunque todavía no ha anunciado su candidatura.

Durante su presidencia las autoridades lanzaron una sangrienta campaña contra los Hermanos Musulmanes --la organización islamista a la que pertenecía Mursi-- que se acabó extendiendo al conjunto de los disidentes.

Sisi llevó a cabo duras reformas económicas que provocaron una devaluación de la libra egipcia, que perdió más de la mitad de su valor, y una elevada inflación, con la ayuda de un préstamo de 12.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

A pesar de ello, el presidente cuenta con el apoyo de muchos egipcios que consideran que el país necesita un líder firme tras años de convulsiones que arruinaron el sector turístico y redujeron las inversiones extranjeras.

La violencia sigue causando víctimas en el país, sobre todo en la península del Sinaí, donde el ejército trata de expulsar al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El mes pasado, presuntos miembro de esa organización mataron a más de 300 fieles en una mezquita en el Sinaí, suscitando indignación en Egipto y también preguntas sobre la falta de seguridad en el templo sufí, a pesar de que había recibido amenazas por parte de extremista del EI. (I)