Embajador de EE.UU. vuelve a Damasco
El embajador de Estados Unidos en Siria, Robert Ford, volverá hoy a Damasco tras "completar sus consultas" en Washington, donde fue llamado el pasado 24 de octubre debido a temores por su seguridad personal.
"Creemos que su presencia en el país es una de las formas más eficaces de enviar el mensaje de que Estados Unidos se mantiene del lado del pueblo de Siria", indicó el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, en un comunicado.
Estados Unidos decidió llamar a su embajador a consultas después de haber recibido "amenazas creíbles contra la seguridad personal" del diplomático, a lo que Damasco respondió con la retirada temporal de su jefe de misión en Washington, Imad Mustafá.
El Departamento de Estado tenía previsto inicialmente que Robert Ford regresara a Siria alrededor del 24 de noviembre, pero finalmente retrasó la fecha de vuelta indefinidamente mientras evaluaba la situación sobre el terreno.
El portavoz no dio explicaciones sobre por qué Washington ha considerado éste un buen momento para su regreso.
Tras su regreso a Damasco, el embajador "continuará el trabajo que hacía: transmitir el mensaje de Estados Unidos al pueblo de Siria, proporcionar informes fiables sobre la situación sobre el terreno y dialogar con un amplio espectro de la sociedad siria sobre cómo acabar con la represión y lograr una transición pacífica", dijo Toner.
Los temores de Washington sobre la seguridad de Ford se acentuaron a finales de septiembre, después de que un grupo de manifestantes progubernamentales hostigaran a Ford en Damasco.
Ese incidente, en el que los manifestantes arrojaron huevos y tomates a Ford y dañaron coches de la legación, reflejó la animadversión de las autoridades sirias hacia el diplomático, al que acusan de instigar el odio entre los manifestantes.
Desde que hace unos siete meses comenzaran en Siria las protestas contra el Gobierno de Asad, Ford ha mantenido contactos con los opositores y en julio visitó la ciudad de Hama, un reducto de los adversarios del régimen que poco después fue atacado por las fuerzas gubernamentales.
Su regreso coincide con una nueva ola de violencia en la ciudad de Homs, uno de los bastiones opositores contra el presidente Bachar al Asad, donde en dos días han muerto al menos 80 personas por los ataques de las fuerzas leales al régimen.