El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron ayer, en la Cancillería ecuatoriana, que buscarán el cese del fuego previamente a la llegada del Papa  a ese país, prevista para septiembre de este año.   

Juan Camilo Restrepo, jefe del equipo negociador del gobierno de Juan Manuel Santos, y Pablo Beltrán, por el ELN, ofrecieron estas declaraciones en el Palacio de Najas, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano.

Ayer concluyó el segundo ciclo de las negociaciones de paz. El tercero iniciará el 24 de julio, también en Ecuador, pero las comisiones técnicas sesionarán desde el 10 de julio.

Restrepo precisó que en este lapso continuarán sus labores las comisiones para evaluar temas humanitarios y la posibilidad de establecer el desescalamiento del conflicto en las próximas negociaciones.

El funcionario calificó como significativa la entrega de las armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a la ONU, lo que demuestra “que este gran proceso está dando sus resultados”.

Con el ELN espera que el proceso “vaya tomando dinamismo” y puedan enrumbarse “hacia lo que el Presidente de mi país ha llamado la paz completa”.

Por su parte, Beltrán señaló que rebajar la intensidad al conflicto en términos militares es establecer el “cese al fuego”.

Este avance llega en vísperas de la visita del Papa Francisco. “Entonces aspiramos a que este cese lo tengamos operando días antes de que llegue Su Santidad a Colombia”, añadió el líder guerrillero.

“Comenzamos ya la discusión de un cese al fuego, que además de detener las operaciones ofensivas entre las partes lleve una ayuda humanitaria hacia la población”, aclaró.

Los obstáculos

Desde el inicio de las pláticas públicas en febrero, el ELN ha planteado detener las hostilidades, pero el presidente colombiano Juan Manuel Santos lo condiciona a que el grupo insurgente abandone los secuestros, atentados a infraestructuras energéticas y petroleras, extorsiones, entre otras acciones.

Una mesa especializada “prestará especial atención al estudio de si las condiciones están dadas para avanzar hacia un cese al fuego bilateral acompañado de un cese de hostilidades”, dijo la delegación del gobierno colombiano en un comunicado.

Al ser consultado en una entrevista en Caracol Radio de Colombia sobre si el acuerdo implicaría “dejar de secuestrar” y parar los ataques a “infraestructuras petroleras y energéticas”, Beltrán respondió: “es correcto”.

Beltrán reconoció que hay dificultades en las conversaciones pero matizó con el refrán “es más fácil echar lengua, que echar bala”. “En eso estamos”, afirmó.
Por ahora las conversaciones se desarrollan en medio de enfrentamientos armados en Colombia.

El dirigente agradeció el acompañamiento a este proceso por parte del gobierno de Ecuador, tanto por la anterior administración de Rafael Correa, como por la actual de Lenín Moreno.

Apoyo ecuatoriano

“Como gobierno queremos reiterar nuestro profundo compromiso con el logro de la paz completa para Colombia; como lo hemos dicho antes y lo ha dicho el presidente Lenín Moreno, somos parte de la gran comunidad latinoamericana y la paz completa en Colombia será también la paz en América Latina y en el mundo”, añadió la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, quien estuvo presente en los anuncios. La ministra consideró como una buena noticia que los equipos técnicos no dejen de trabajar entre un ciclo y otro.

Ratificó el compromiso de los jefes de Estado de consolidar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como una región de paz. “Estamos trabajando por ello, redoblaremos nuestros esfuerzos y prestaremos todo el apoyo”, apuntó. (I)

DATOS

El Ejecutivo colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), con unos 1.500 combatientes, realizarán una tercera ronda de diálogos en Quito a partir del 24 de julio.

La ONU sostiene que 127 activistas fueron asesinados en Colombia durante 2016, la mayoría en territorios donde las FARC habían tenido presencia histórica, y responsabiliza de los crímenes a disidentes de esa guerrilla, posparamilitares, criminales comunes e incluso al ELN.

Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejando 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados. El presidente Juan Manuel Santos busca la “paz completa” para su país.