Los cubanos eligieron el domingo a sus autoridades municipales, en unos comicios vistos por el gobierno como un acto de "genuina democracia" y en los que dos opositores participaron por primera vez de candidatos, pero fueron derrotados.

Más de 8,5 millones de cubanos mayores de 16 años (en una población de 11,1 millones), fueron convocados a elegir 12.589 concejales entre unos 30.000 candidatos propuestos a mano alzada en asambleas vecinales.

Al dar a conocer los datos preliminares de los comicios, la presidenta de la Comisión Electoral Nacional (CNE), Alina Balseiro, explicó a la prensa que el "85,19% del padrón (más de 7,2 millones de electores) había votado una hora antes del cierre de los colegios electorales.

El líder de la revolución Fidel Castro, de 88 años y quien por enfermedad cedió el mando en 2006 a su hermano Raúl, emitió el sufragio en su residencia y lo entregó a autoridades electorales que lo depositaron en una urna ante las cámaras de televisión.

La televisión y los medios locales divulgaron tres fotografías, en las que Fidel, vestido con un traje deportivo blanco, aparece sentado en su hogar en el oeste de La Habana, revisando las biografías de los candidatos y sufragando.

Raúl Castro, de 83 años y reelegido en 2013 para su último mandato de cinco años que concluirá en 2018, emitió su voto en un colegio electoral del oeste de La Habana, donde conversó y se tomó fotos con los escolares que custodiaban las urnas y charló con vecinos del lugar.

 En un hecho inédito, dos opositores, el abogado y periodista independiente Hildebrando Chaviano, de 65 años, y el informático Yuniel López (26), fueron postulados por sus vecinos en dos municipios de La Habana, pero no resultaron elegidos.

Chaviano, quien obtuvo 138 votos, y López 233, menos que sus respectivos rivales, según informaron ellos mismos, pues los resultados oficiales serán entregados recién el lunes en la tarde por la Comisión Electoral.

Pese a su derrota, Chaviano dijo que quedó satisfecho por haber sido candidato.

Por su parte, López atribuyó su derrota a que  "ellos (el gobierno) han ido casa por casa diciéndole a la gente que no vote por un contrarrevolucionario", declaró.

El voto no es obligatorio, pero los medios mantienen una intensa campaña convocando a las urnas.

Las autoridades defienden el sistema electoral, establecido en 1976, como el "más democrático y transparente", pero los disidentes lo descalifican asegurando que si bien el gobernante Partido Comunista (único) no postula candidatos, sí supervisa el proceso y se asegura, con su influencia y el voto de sus militantes y simpatizantes, de que ningún disidente resulte elegido.

Los comicios del domingo, los primeros que se realizan en la isla tras el histórico acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, son la antesala de las elecciones generales que deben realizarse en 2018. (I)