David Cameron justifica ante el Parlamento su plan para bombardear territorio sirio
El yihadismo del EI, enemigo común de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Rusia
Moscú y Londres.-
El presidente francés, François Hollande, logró ayer el apoyo de su homólogo ruso, Vladimir Putin, para crear una “amplia coalición antiterrorista” para terminar con la amenaza yihadista.
“Vemos que usted dedica una gran atención y muchos esfuerzos a la creación de una amplia coalición antiterrorista. Estamos dispuestos a trabajar conjuntamente, más aún, lo considero absolutamente necesario. Al respecto, nuestras posturas coinciden”, afirmó Putin al inicio de la reunión en el Kremlin.
El presidente ruso agregó: “Estamos dispuestos a tal cooperación, señor presidente” y recordó que “Rusia sufrió grandes pérdidas como resultado del horrible atentado terrorista contra un avión civil” a finales de octubre pasado en Egipto, donde fallecieron 224 personas.
“Todo esto nos obliga a aunar esfuerzos contra el enemigo común”, indicó Putin, quien presentó al presidente francés sus condolencias por los atentados del 13 de noviembre en París, donde murieron 130 personas.
Por su parte, Hollande aseguró que “ha llegado la hora de asumir la responsabilidad por lo ocurrido”. “Precisamente, por eso me encuentro hoy aquí, en Moscú, con usted, para que juntos podamos encontrar una forma de coordinar nuestras acciones para luchar de manera eficaz contra el enemigo común”, enfatizó.
Desde su discurso a finales de septiembre ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Putin insiste en la necesidad de crear una amplia coalición antiterrorista bajo la égida de Naciones Unidas para terminar con Estado Islámico (EI).
DATOS
Desde finales de septiembre de 2014, Estados Unidos lleva a cabo una ofensiva militar contra EI en Siria, con el apoyo de Francia, Alemania, Turquía y Estados Árabes.
A partir del 30 de septiembre, Rusia participa en una operación aérea en Siria, por pedido de este país y con previo consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU para combatir grupos radicales en la nación árabe.
La guerra de Siria causó más de 250.000 muertos y millones de desplazados desde que comenzó en marzo de 2011. Muchos de ellos huyeron de la guerra y migraron hacia Europa.
El pasado 24 de noviembre, Turquía derribó el caza ruso SU-24 que regresaba a su base, tras participar en acciones contra grupos terroristas en Siria, supuestamente, porque Rusia violó su espacio aéreo.Además, sostuvo ante los países occidentales que el enemigo común es el yihadismo y no el presidente sirio, Bashar al Asad, cuya renuncia exigen Estados Unidos, la Unión Europea, Turquía y Arabia Saudí, mientras que Rusia, Irán y China lo respaldan.
La reunión se produjo en un momento de tensión dos días después de que Turquía abatiera un bombardero ruso que, supuestamente, había violado su espacio aéreo en una operación militar en Siria.
Y Hollande llegó a Rusia después de reunirse con el jefe del Gobierno italiano, Matteo Renzi, en París, y tras una gira en la que logró el compromiso de los líderes de Alemania, Angela Merkel, y de Reino Unido, David Cameron, para implicarse más en la lucha contra Estado Islámico.
Este martes también se entrevistó en Washington con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien insistió en que Moscú debe dar un “giro estratégico” y atacar más activamente a Estado Islámico, en vez de martillear a los rebeldes y “fortalecer a Al Asad”.
Londres ofrece apoyo humanitario
De hecho, el primer ministro británico defendió ayer en la Cámara de los Comunes la necesidad de que el Reino Unido se sume a los ataques aéreos contra EI en Siria.
Y la canciller alemana propuso enviar aviones de reconocimiento ‘Tornado’ y aviones cisterna a Siria, como respuesta a la contribución militar que pide Francia.
Cameron dijo, además, que Gran Bretaña ya es un blanco de ataques de EI, y aclaró que la única forma de combatir al grupo “es tomando ya una acción (militar)” y que ello “estará en el interés nacional” del país.
“El Reino Unido no puede depender de sus aliados para protegerse y acompañará a Francia”, expresó Cameron, quien este lunes visitó París y recorrió algunos de los sitios donde fueron perpetrados los recientes atentados.
Como parte de la estrategia del gobierno, Londres ofrecerá apoyo humanitario a los sirios afectados por la destrucción, aumentará el planeamiento para la “reconstrucción” pos-guerra en Siria, y se enfocará en una mayor cooperación con sus aliados internacionales “para terminar por completo con EI”.
El gobierno tiene previsto convocar en las próximas semanas a una votación crucial en el Parlamento británico, que tendrá como objetivo que los legisladores decidan en un voto si autorizan o no bombardeos militares en Siria.
Previo al anuncio de Cameron, el Comité parlamentario de Exterior británico publicó un amplio reporte en el que estableció una serie de objetivos que deberían cumplirse antes de que se consideren los bombardeos aéreos en Siria.
“No debería lanzarse intervención militar alguna sin una estrategia internacional coherente acerca de cómo combatir a EI y poner fin a la guerra civil en Siria”, advirtió el informe, que además recordó que incrementar los bombardeos “no necesariamente resolverá el problema de fondo de Siria”.
Lo cierto es que el bloque opositor, el Partido Laborista, liderado por Jeremy Corbyn, todavía no ha decidido si apoyar al gobierno acerca de una acción militar en Siria, al considerar que “más guerras llevarán a más violencia”. (I)
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Prepara sanciones económicas
Moscú deporta a 39 empresarios turcos sin visas
Moscú anunció que adoptó medidas económicas y humanitarias contra Turquía por el derribo del avión ruso, en la frontera con Siria, algo que tildó de “acto de agresión”.
La primera decisión concreta contra Ankara se materializó cuando el Servicio de Migraciones de Rusia arrestó y deportó a 39 empresarios turcos que participaban en una exposición de agricultura.
Aparentemente, ellos habían ingresado a Rusia con visas de turistas cuando debieron hacerlo con visas de negocios.
Los empresarios dijeron que desconocían que violaron las leyes de inmigración, pero de todos modos fueron arrestados y deportados por las autoridades.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, por su parte, pidió a su gobierno que elabore medidas de represalia económica contra Ankara. Esas resoluciones afectarán el comercio, las inversiones, el empleo de mano de obra, el turismo, el transporte aéreo y el ámbito cultural, precisó el jefe de gobierno durante un consejo de ministros, emitido en televisión. Están en juego millones de dólares.
Por su parte, el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, dijo que su país no se disculpará por el derribo del avión militar ruso, en la frontera siria, tal como pidió el presidente ruso, Vladimir Putin.
“No necesitamos disculparnos por un asunto en el que tenemos razón”, expresó el ministro. Turquía mantiene que el avión violó su espacio aéreo.
El Gobierno turco también negó las acusaciones rusas, que insinúan que su país colabora o comercia petróleo con el Estado Islámico, y aseguró que es “claro” el compromiso de Turquía de luchar contra el yihadismo. (I)