El rascacielos más alto de Nueva York cumple 80 años
El Empire State Building, el edificio más alto de Nueva York, cumple este fin de semana 80 años y lo hace como uno de los rascacielos más famosos del mundo, al que ascienden millones de personas cada año para ver desde sus azoteas las espectaculares vistas que ofrece de la Gran Manzana.
"En este importante aniversario, el Empire State Building celebra sus 80 años como símbolo internacional de la innovación y el ingenio", aseguró esta mañana el propietario del inmueble, Anthony Malkin, en un comunicado.
El que, según su dueño, es "el edificio de oficinas más famoso en todo el mundo" celebrará el domingo sus ocho décadas de vida, ya que el 1 de mayo de 1931 el entonces presidente de Estados Unidos, Herbert Hoover, presionó un botón desde Washington para inaugurar oficialmente este imponente rascacielos de estilo art decó.
Para levantar los 443,2 metros de altura, que luego serían refugio del propio "King Kong", sólo requirió 410 días para ser construido en plena Gran Depresión, a un ritmo de cuatro plantas y media por semana, con siete millones de horas de mano de obra y 40 millones de dólares de inversión en esa época.
El Empire State es reconocido como un icono internacional del desarrollo económico del último siglo, pero también es el mayor comprador de energía totalmente renovable de Nueva York, ha albergado oficialmente más de 230 bodas y desde hace más de tres décadas organiza incluso una carrera que consiste en subir a pie 1.576 de sus escalones lo más rápido posible y que atrae anualmente a atletas profesionales de todo el mundo.
"Tras un proceso de modernización que necesitó de una serie de renovaciones revolucionarias -explicó Malkin-, el edificio ofrece experiencias sin precedentes para sus inquilinos y para los millones de personas que visitan sus observatorios cada año".
Esa reforma requirió 550 millones de dólares, pero ahora supone un ahorro de 4,4 millones de dólares anuales sólo en costos relacionados con la energía que consume este mastodonte de 5.663 metros cúbicos de granito y piedra caliza, 10 millones de ladrillos, unas 7.000 ventanas y 730 toneladas de aluminio y acero inoxidable.
Después de que los atentados del 11-S destruyeran hace casi ya diez años las Torres Gemelas y motivaran el cierre al público de emblemáticos enclaves turísticos como el precioso edificio Chrysler o la Estatua de la Libertad -a la que ahora se puede ascender de forma muy restringida-, el Empire State es uno de los más populares sitios de la ciudad para ver Nueva York desde arriba.
En los días más claros la visibilidad desde el observatorio, que abre todos los días del año en pleno corazón de Manhattan, es de 80 kilómetros, y desde allí se pueden ver hasta cinco estados del país: Connecticut, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania.