El presidente griego convocó a partidos para pedir unidad ante la crisis
El presidente griego, Carolos Papulias, ha convocado una reunión este viernes con todos los líderes de los partidos presentes en el Parlamento para pedirles cohesión ante la grave crisis económica que vive el país, después de que el Gobierno no haya recibido apoyos para sus políticas de ahorro y privatizaciones.
Según informó hoy el canal estatal NET, Papulias ha convocado a los dirigentes políticos a un encuentro a las 09.30 GMT de mañana en el palacio presidencial, donde estarán también presentes los ministros de Finanzas y Exteriores, Yorgos Papaconstantínu y Dimitris Drutsas, para explicar la gravedad de la crisis.
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, ya se reunió el martes con todos los partidos de la oposición, con excepción del Partido Comunista, que rechazó la invitación.
En esa reunión, no logró el respaldo del principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, ni de la Coalición de Izquierdas. Sólo el LAOS, de extrema derecha, apoyó al jefe del Gobierno, al que propuso formar un Ejecutivo de unidad nacional.
Los medios griegos dan por hecho que Nueva Democracia y LAOS aceptarán la invitación del presidente Papulias y está pendiente la respuesta de los comunistas y de la Coalición de Izquierda.
La intervención del presidente heleno se produce cuando se recrudecen las protestas sociales ante los nuevos recortes salariales y de las pensiones, los despidos de trabajadores públicos y la venta de empresas estatales, para intentar reducir el enorme déficit público y evitar la quiebra del país.
Ayer, unas 7.000 personas se reunieron de forma pacífica en la plaza Sintagma (Constitución) de Atenas en una convocatoria inspirada el movimiento de los "indignados" en España, y que ha vuelto a llamar a ocupar la plaza mañana.
Además, para el día 21 de junio hay convocada una nueva huelga general contra las draconianas medidas para recaudar y ahorrar unos 28.000 millones de euros hasta el año 2015.
Los miembros de la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que supervisan la economía de Grecia desde la aprobación hace un año de un crédito de rescate trienal de 110.000 millones de euros, condicionan la entrega de esta ayuda a la aplicación de duras medidas de contención del gasto.