Berlín se opone a reorientar políticas europeas a favor del crecimiento y el empleo
El Premier francés tiene hasta hoy para nombrar un nuevo equipo
París.-
Las duras críticas del ministro francés de Economía, Arnaud Montebourg, a la política de austeridad del Ejecutivo y a la canciller alemana Ángela Merkel provocaron ayer la caída del gobierno del primer ministro Manuel Valls, al que el presidente François Hollande pidió que forme un nuevo gabinete “coherente”.
Tras un fin de semana marcado por las críticas de Arnaud Montebourg, llegó la sanción: el jefe del Gobierno, Manuel Valls, presentó ayer al presidente socialista francés, François Hollande, la dimisión en bloque de su Ejecutivo.
Valls tiene plazo hasta hoy para formar un “equipo coherente con las orientaciones” definidas por Hollande, señala un comunicado de la Presidencia francesa.
Se trata de la primera crisis gubernamental desde que Valls fue designado a fines de marzo para dirigir el Gobierno francés, en sustitución de Jean-Marc Ayrault, tras la derrota de la izquierda en las elecciones municipales. En estas, los grandes ganadores fueron la conservadora UMP y el Frente Nacional, de extrema derecha.
Arnaud Montebourg fue llamado al orden el domingo por el entorno de Valls, que consideró inaceptables las virulentas críticas contra la política económica del Gobierno y la austeridad impuesta por Alemania. “No podemos permitirnos ceder más”, aseguró el ministro, conocido por sus críticas, que más de una vez han puesto en un aprieto al Gobierno y que pidió “alzar el tono” frente a Alemania.
En sus críticas le siguió el ministro de Educación, Benoît Hamon, que también pidió al gobernante francés que se separe de la línea política de la canciller alemana, Ángela Merkel.
Las declaraciones de los funcionarios llegaron tras la oposición de Berlín a la petición de Hollande de reorientar las políticas europeas a favor del crecimiento y el empleo.
Las reacciones a las palabras de Montebourg no se hicieron esperar. “Se considera que ha traspasado una línea amarilla en la medida en que un ministro de Economía no se puede manifestar en tales condiciones sobre la línea económica del Gobierno y sobre un socio europeo como Alemania”, declaró a la AFP un colaborador de Valls.
El propio Montebourg, de 51 años, anunció ayer que dejará el cargo de ministro de Economía para “recuperar su libertad”. Insistió en sus declaraciones anteriores y reiteró que las políticas de austeridad y reducción de los déficits son un “absurdo financiero”, ya que “lastran el crecimiento”.
Junto con Montebourg y Hamon, otros ministros también se han mostrado críticos con las reformas, aunque de forma más moderada. Es el caso de las ministras de Justicia, Christiane Taubira, y de Cultura, Aurélie Filipetti. Esta última declaró ayer que no desea seguir en el próximo gabinete de Valls porque prefiere ser “fiel a sus ideales”.
El Gobierno alemán de Merkel, por su parte, declinó hacer comentarios sobre la dimisión del Ejecutivo francés.