El plan separatista alcanza varias regiones de Ucrania
Manifestantes prorrusos proclamaron ayer la creación de la república popular de Odessa en esa región del sur de Ucrania bañada por el Mar Negro, a imagen y semejanza de la región oriental de Donetsk, epicentro de la sublevación contra Kiev a la que se han unido también las provincias de Lugansk y Járkov.
“A partir de hoy (ayer) la región de Odessa se declara república popular de Odessa, donde todo el poder es solo del pueblo que vive en su territorio”, informaron los prorrusos de la zona en su página web.
La decisión llega tras alertar que en Ucrania ha estallado una guerra civil y llamaron a la población a bloquear el transporte y los pasos subterráneos en la ciudad.
“Si no queréis una guerra que convierta a nuestro país en una ruina como Siria y Libia, que siegue miles de vidas, entonces hay que actuar. Odessa ya está rodeada de puestos de control enemigos. En el país ya se ha declarado el estado de guerra”, señalaron.
El llamamiento a la rebeldía se propone impedir la posible entrada de militares ucranianos en Odessa y que toda la ciudad se sume al movimiento de liberación popular del sur, que exige la celebración de un referéndum federalista en cada región. “Nosotros no somos borregos, sino un pueblo que decide por sí mismo en qué país vivir, con quién llevarse bien, a qué Dios rezar y en qué idioma hablar”, apuntaron.
Mientras tanto, la tensión sigue creciendo en el este de Ucrania. Una columna de seis tanques con bandera ucraniana se pasó ayer al bando de los insurgentes prorrusos y entró en la ciudad de Slaviansk. Los carros blindados, que enarbolan banderas rusas, avanzaron también desde la ciudad de Kramatorsk, a unos 15 kilómetros al sur de Slaviansk, donde ayer entraron otras dos columnas.
“Se trata de carros de combate y transportes blindados”, precisó un representante de las milicias prorrusas de Kramatorsk a la agencia rusa Interfax. Agregó que hasta el momento no hay enfrentamientos, aunque indicó que los militares ucranianos advirtieron que tienen órdenes de disparar a los pies a todos aquellos que intenten frenar el avance de las columnas.
El martes, las autoridades de Kiev lanzaron una operación antiterrorista y enviaron veinte tanques a Slaviansk, bajo control de comandos armados prorrusos, una operación condenada por Moscú, pero que tiene el apoyo de Estados Unidos.
En Donestk, una veintena de hombres armados y encapuchados entró en el ayuntamiento. Desde el 6 de abril los insurgentes separatistas ocupan la sede de la administración regional en esta ciudad.
Según los servicios de seguridad (SBU) de Kiev, los comandantes separatistas que actúan en el este tienen órdenes del Kremlin de disparar a matar. En total, los separatistas ocupan edificios públicos en al menos diez ciudades de la región.
El ministro ucraniano de Defensa, Mijailo Koval, viajó ayer al este del país para elaborar un informe sobre lo que ocurre, anunció el viceprimer ministro ucraniano, Vitali Yarema.
En tanto, el canciller ruso Serguei Lavrov confirmó ayer que Moscú participará en la reunión prevista para hoy en Ginebra con representantes de Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea. Lavrov, en declaraciones reportadas por la agencia Itar-Tass, advirtió que Kiev debe cesar cualquier uso de la fuerza contra grupos prorrusos.
En este contexto de agravación de la crisis, la Organización del Tratado del Atlántico Norte anunció que desplegará nuevas unidades marítimas, aéreas y terrestres en los países miembros de Europa del Este, y advirtió que podría reforzar estas medidas de tipo militar si la tensión en Ucrania no disminuye.
Las autoridades de Ucrania temen que se repita en este del país lo que pasó en Crimea, una península de mayoría rusa que tras la destitución del presidente Víktor Yanukovich fue tomada primero por comandos prorrusos y luego anexada a Rusia tras un referéndum considerado ilegal por los occidentales.
Rusia pide una federalización del Estado, lo que daría una gran autonomía a las regiones del este, pero Kiev rechaza esta solución por miedo a que sea el primer paso hacia una disolución del país.
TRANSNISTRIA, DE MOLDAVIA, MIRA A RUSIA
El Parlamento de la república separatista moldava de Transnistria aprobó ayer una resolución en la que hace un llamamiento a Rusia, a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), a reconocer su independencia. La crisis en Ucrania y la anexión de Crimea han reavivado el deseo secesionista y los legisladores de la rebelde región recordaron ayer que en el referéndum del 17 de septiembre de 2006, más del 97% de su población se pronunció a favor de su secesión de Moldavia y su posterior adhesión a Rusia.
“Al expresar su voluntad mediante un mecanismo fundamental de la democracia directa, que es la consulta popular (...), el pueblo de Transnistria ha utilizado su legítimo derecho de determinar libremente y sin injerencias su estatus político”, reza el texto del documento, recogido por agencias rusas.
El Parlamento de Transnistria, que rompió lazos con Moldavia tras un conflicto armado (1992-93), estudia ahora introducir la legislación rusa en todo el territorio, preludio de su unificación con Rusia.
Desde el final de la guerra civil, que costó la vida a centenares de personas, Moldavia aboga por la unión de los dos territorios separados por el río Dniester, a lo que siempre se han negado los separatistas.
Rusia defiende la integridad territorial moldava, pero también la concesión de un estatus especial a Transnistria, mientras la UE propone a Chisinau que la región secesionista permanezca en el seno de Moldavia como una autonomía con grandes competencias. (EFE)