El político madrileño Pedro Sánchez, próximo secretario general del Partido Socialista Obrero español (PSOE), abogó ayer por un giro reformista de la organización para ganar las elecciones generales en 2015.

Sánchez, un profesor de Economía de 42 años y poca relevancia hasta ahora en la política española, ganó el pasado domingo las primarias para elegir al dirigente del PSOE, lo que se oficializará en un congreso extraordinario a fines de mes.

El líder electo del PSOE, quien en medios políticos y empresariales es considerado el menos radical de los 3 aspirantes a la secretaría general, afirmó que sus referentes son Felipe González y Matteo Renzi, ambos -precisó- son de izquierdas y reformistas.

En entrevista con el diario El País afirmó que reivindica el espacio de la izquierda para su partido que, dijo, debe ser capaz de atraer al centro. Los militantes y la sociedad van a aceptar el modelo de socialdemocracia reformista que defiendo, aseguró.

Sánchez explicó que la orientación dada a los diputados del PSOE de votar en contra de Jean-Claude Juncker, candidato de la derecha a presidir la Comisión Europea, obedece a su desacuerdo con la política de esa institución.
Se ha ido mucho talento de este país, se están yendo los jóvenes, y la generación de mayores de 40 años está en el paro, subrayó.

Al mismo tiempo consideró demagógicas algunas demandas de la izquierda, como no pagar la deuda pública, pues, en su opinión, serviría para agravar la crisis.