El nuevo arzobispo de Berlín manifestó su deseo de dialogar con los homosexuales
El nuevo arzobispo de Berlín, Rainer Maria Woelki, desea dialogar con todos los grupos sociales, también con los homosexuales, según anunció hoy con motivo de su primera comparecencia pública en la capital alemana tras su nombramiento por el Vaticano la pasada semana.
Tras afirmar que la Iglesia católica no pretende ser una institución moralizante que "apunta con el dedo índice", Woelki comentó que el Catecismo exige ante Dios situaciones ordenadas en cuestiones sexuales, pero que las personas no deben ser condenadas por su orientación sexual.
En ese sentido subrayó que su mano está tendida en primer lugar al alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, homosexual declarado que comparte gran parte de su vida pública con su compañero sentimental.
El nuevo arzobispo de Berlín, de 54 años de edad y todavía obispo auxiliar de Colonia, asumirá su cargo el próximo 27 de agosto y es responsable espiritual de los 391.000 católicos registrados en la capital alemana, así como en parte de los estados federados de Brandeburgo y Mecklemburgo-Antepomerania.
El nombramiento de Woelki, considerado miembro del ala conservadora de la Iglesia Católica, fue recibido con algunas críticas en la capital alemana, donde varios políticos y las asociaciones de homosexuales y lesbianas desaprobaron presuntas declaraciones suyas sobre esa minoría.
En ese sentido, el nuevo arzobispo de Berlín aseguró que la frase que se le atribuye en la que aseguró presuntamente que la homosexualidad "atenta contra el orden de la creación de Dios" nunca "la he pronunciado públicamente".
Asimismo afirmó no pertenecer a la prelatura del conservador movimiento del Opus Dei, sino que únicamente había realizado una parte de sus estudios en la Universidad Santa Croce de Roma, que dirige la citada institución fundada por el español Josemaría Escrivá de Balaguer. EFE