Una gran tormenta invernal comenzó a golpear ayer el noreste de Estados Unidos y los pronósticos estiman que más de 50 millones de personas serán afectadas. Se reportó un fallecido.

Zonas de Pensilvania recibieron ayer ocho pulgadas de nieve. Las ciudades más afectadas son Nueva York -que declaró una alerta por tormenta-, Filadelfia y Boston, donde las condiciones en las carreteras son peligrosas. Las autoridades meteorológicas recomendaron a la población evitar las carreteras.

Las escuelas públicas en Nueva York, Boston y Filadelfia cerraron por la nevada.

Las compañías aéreas suspendieron más de 2.700 vuelos. La mayoría de las cancelaciones se produjo en Newark, Nueva Jersey; Boston y los aeropuertos LaGuardia y JFK de Nueva York.

Se estima que los retrasos en los vuelos aumentarán en la medida que las condiciones se compliquen. (I)