Desde el comienzo de los diálogos de paz, en noviembre de 2012, el presidente Juan Manuel Santos anunció su decisión de llevar el acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a una refrendación ciudadana.

Aunque en principio se mostraron renuentes, el grupo insurgente aceptó que la Corte Constitucional defina el mecanismo para que los colombianos decidan si apoyan o no lo pactado en Cuba.

El máximo tribunal ya le dio el aval al plebiscito, mecanismo de participación popular que demandará un gran financiamiento.  

Pese a que se especula acerca de las fechas en las que será la votación, lo cierto es que aún no es claro de dónde saldrán los recursos para cumplir con la promesa de la mesa de diálogos de que los colombianos tendrán la última palabra. Más cuando el registrador Juan Carlos Galindo dijo que se necesitan al menos 350.000 millones de pesos ($ 120 millones) y entre 6 y 7 semanas para contar con la logística del proceso.

A pesar de esto, ya el ambiente político está caliente entre los partidarios por el ‘No’ y los del ‘Sí’.

Los sondeos varían

Una encuesta de la firma Ipsos señala que si esas elecciones fueran hoy el ‘No’ se impondría en el plebiscito para refrendar el acuerdo de paz. Según el sondeo, el 39% de los colombianos votaría por el ‘Sí’ en el plebiscito, mientras que el 50% lo haría por el ‘No’, en un claro retroceso de la tendencia mostrada el pasado julio, cuando el ‘Sí’ obtuvo el 56%, mientras el ‘No’ llegó a 39%.

La encuesta mostró un fuerte pesimismo de los colombianos frente al proceso de paz, la gestión del gobierno y los temas coyunturales.

El 63% de los consultados se mostró pesimista en cuando a la posibilidad de que los diálogos de paz lleguen a un acuerdo definitivo y solo el 35% piensa que tendrán un final positivo, mientras que el 59% de los consultados aseguró que saldrá a votar y el 41% sostuvo que no participará.

Solo el 35% de los colombianos considera que la paz va por buen camino, mientras el respaldo a los dos últimos años de gestión del presidente Santos se ubicó en el 23%.

La Corte Constitucional, que avaló el plebiscito, dijo que este será válido si los votos favorables alcanzan el 13% del censo electoral (4,5 millones), un porcentaje propuesto por el gobierno y ratificado por el Congreso.

El 75% de los consultados se mostró en contra de la posibilidad de que los jefes de las FARC puedan participar en política una vez que se desmovilicen y el 88% considera que deben pagar por sus crímenes en las cárceles del país.

Frente a las zonas de concentración que los negociadores del gobierno y las FARC pactaron para que los rebeldes estén mientras se realiza el proceso de dejación de las armas, el 59% consideró que el Estado no tendrá control sobre esos lugares y el 36% considera que sí ejercerá pleno dominio.

Uribe promueve el ‘No’

De otro lado, el expresidente Álvaro Uribe Vélez anunció su propósito de promover el ‘No’ en la campaña que se inicia en el país por el plebiscito para la paz para refrendar la paz con las FARC.

Cambiando su discurso para que no se crea que quienes no están de acuerdo con ese proceso son partidarios de continuar la guerra, el senador del Centro Democrático explicó que “solamente nos queda la opción de decir ‘Sí’ a la paz votando ‘No’ al plebiscito”.

“Es una reacción de coraje de la sicología colectiva que considera que el plebiscito trae una paz de corta vida, con riesgos de derogación, como en El Salvador, cuyo proceso fue respaldado de manera unánime en la Comunidad Internacional, con Naciones Unidas a la cabeza, a pesar de lo cual la ley de impunidad total de 1993 cayó hace pocas semanas. El Salvador vive afectado por una de las tasas de violencia más altas del mundo. Los gobiernos de la exguerrilla han paralizado la economía ”, señaló.

Por su parte, el senador Roy Barreras sostuvo que en caso de que el plebiscito pierda en las urnas y los ciudadanos voten por el ‘No’ en dicha refrendación de los acuerdos entre el gobierno y las FARC el proceso de paz se terminará.

El legislador considera que “si los colombianos dicen que ‘No’ en el plebiscito habrá que obedecerlos y se acabará la mesa de diálogos de La Habana” y se suspenderá todo el proceso iniciado hace tres años y medio, con la mediación del papa Francisco y el acompañamiento de los países de Chile, Venezuela, Cuba y Noruega, como garantes de paz. “No habrá marcha atrás”. (I)

DATOS

La Sala plena de Colombia eliminó la inhabilidad de 18 años contra la exsenadora Piedad Córdoba, impuesta por la Procuraduría General de la Nación en 2008 por ser “Farcpolítica”.

Piedad Córdoba aseguró que la medida es un acto reparador y de justicia que ayudará a lograr la reconciliación y la convivencia en el país suramericano.

El caso analizado por el magistrado William Hernández estipuló que la activista fue sancionada con pruebas ilegales. (I)  

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Delegaciones realizan inspección

La fuerza pública controlará las Zonas Veredales

El desarrollo de la logística para establecer las zonas de concentración continuó ayer entre el gobierno, las FARC y delegados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en varias partes del país.

El presidente Juan Manuel Santos garantizó la tranquilidad a los pobladores de las zonas designadas para la concentración de los guerrilleros en el marco del proceso de paz. “Las comunidades no van a ser afectadas, no hay motivo de preocupación (...) todo lo contrario, hay salvaguardas, no habrá problema para la población”, insistió el mandatario resaltando la trascendencia de que la guerrilla aceptó que sea la fuerza pública la encargada de la seguridad en dichos territorios.

El jefe de Estado recordó que las denominadas Zonas Veredales son transitorias y que los protocolos revelados el pasado viernes determinan pautas claras y límites para su funcionamiento. “Son seis meses de transición y después estas zonas dejan de existir”, añadió.

Santos explicó que a las zonas no solo llegará la fuerza pública, sino también el Estado con toda su capacidad de atención.  

El alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, explicó que la reincorporación de las FARC a la vida civil estará a cargo de la Agencia Colombiana para la Reintegración y que en la mesa de diálogos de La Habana se establecen mecanismos para que dicha entidad despliegue su trabajo en las zonas rurales donde las FARC se reincorporarán. (I)