El uribismo celebra su victoria y pide la renuncia del jefe de Estado
El 'no' a la paz ganó por 53.894 votos
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, seguirá buscando la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a pesar de que los electores rechazaron en las urnas los acuerdos con esa guerrilla.
En un mensaje al país desde el presidencial Palacio de Nariño, Santos afirmó que el cese al fuego bilateral y definitivo con esa guerrilla seguirá vigente, y señaló que mantienen intactas sus facultades “para buscar y negociar la paz”.
Por su parte, el comandante en jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alías ‘Timoleón Jiménez o ‘Timochenko’, aseguró desde La Habana que esa organización insurgente mantiene su voluntad de paz y tiene la disposición “de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”. “Al pueblo colombiano que sueña con la paz, que cuente con nosotros”, afirmó en un mensaje divulgado por radio Caracol.
Los colombianos rechazaron, en un plebiscito, los acuerdos de paz que firmaron el presidente Santos y ‘Timochenko, el 26 de septiembre en Cartagena, en una cerrada votación en la cual más del 50% de los electores dijeron ‘no’ a ese pacto que ponía fin a una guerra de 52 años.
Con este resultado, los acuerdos, que fueron negociados a lo largo de 3 años y 9 meses, quedan inválidos y no podrán ser aplicados ya que el plebiscito tiene carácter vinculante para el presidente.
Con el escrutinio del 99.97% de las 81.928 mesas instaladas en el país, el ‘no’ a los acuerdos con las FARC lograba el 50,21% de los votos, mientras el ‘sí’ obtenía el 49,78% de los sufragios, según el recuento de la Registraduría Nacional del Estado Civil, la institución encargada de organizar la consulta.
En cantidad de votos, el ‘no’ obtenía 6’431.376 y el ‘sí’ tenía 6’377.482; una diferencia de 53.894 sufragios. Las dos opciones rebasaron el umbral de 4’536.992 de votos, equivalentes al 13% del padrón electoral, para que el plebiscito sea válido.
La abstención, de más del 60% de los 34,8 millones de electorales habilitados y la pésima imagen de la guerrilla han sido determinantes en el resultado de la votación, que ninguna encuesta predijo, según los medios locales.
Santos reconoció el resultado en contra de los acuerdos de paz que firmó con ‘Timochenko’ en Cartagena ante la presencia de 13 mandatarios latinoamericanos y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Rodeado de su equipo de negociadores ante las FARC, el presidente recordó que la otra mitad del país dijo ‘Sí’ a la paz. “Como jefe de Estado, soy el garante de la estabilidad de la nación, y esta decisión democrática no debe afectar dicha estabilidad, que voy a garantizar. Como presidente, conservo intactas mis facultades y mi obligación para mantener el orden público y para buscar y negociar la paz”.
Dijo que tanto los que rechazaron los acuerdos en el plebiscito del domingo como los que los aprobaron quieren la paz, por lo que hoy convocará a una reunión a todas las fuerzas políticas, en particular a las que se manifestaron por el ‘no’, “para escucharlas, abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir”.
El líder de la campaña por el ‘No’, el expresidente Álvaro Uribe, había reiterado en las últimas semanas que el rechazo en las urnas a los acuerdos de paz debería llevar a una renegociación de los mismos. Tras los resultados el uribismo planteó la renuncia del presidente Juan Manuel Santos.
Uribe rechaza que los jefes de las FARC que hayan cometido delitos de lesa humanidad paguen esos crímenes con penas alternativas y pide que lo hagan con cárcel efectiva. Tampoco está de acuerdo con que se conviertan en partido y participen en política.
Sin embargo, el mandatario aseguró que con la derrota del ‘sí’ a los pactos con las FARC “tenemos una oportunidad que se nos abre, con la nueva realidad política que se manifestó a través del plebiscito” y “buscar puntos de encuentro y de unidad es ahora más importante que nunca; y es lo que vamos hacer”.
El presidente anunció que hoy viajarán a La Habana para reunirse con los líderes de las FARC el jefe de negociadores del gobierno, Humberto de la Calle, y el comisionado de paz, Sergio Jaramillo, para mantener informados a los delegados guerrilleros “sobre el resultado de este diálogo político”.
Ahora, agregó, “vamos a decidir entre todos cuál es el camino que debemos tomar para que la paz, esa que todos queremos, sea posible y salga todavía más fortalecida de esta situación”. Y dijo que seguirá buscando este anhelo hasta el último minuto de su mandato.
La jornada del plebiscito a los acuerdos se desarrolló con normalidad y en medio de las fuertes lluvias, lo que desalentó la masiva afluencia de votantes a las urnas. El mal tiempo sentió sobre todo en los departamentos de la costa caribe colombiana, que fue golpeada por el huracán Matthew.
En la región caribeña de la Alta Guajira, en el nororiente del territorio, las votaciones debieron suspenderse en varios corregimientos, pues los funcionarios electorales no pudieron desplazarse para instalar las mesas. Los caminos estaban cerrados por las lluvias y la navegación fluvial se prohibió por el mal tiempo.
A pesar de las precipitaciones, que amainaron a medida en que avanzó el día, la jornada, que se extendió entre las 8:00 y las 16:00 horas locales, se realizó en calma en todo el país aunque en algunos puntos se registraron incidentes aislados. El más grave de ellos ocurrió en una vereda del suroriental departamento del Guaviare, donde una mesa de votación fue hostigada desde la distancia por un grupo de desconocidos que hicieron detonar artefactos explosivos. No hubo víctimas. (I)
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Los acuerdos
El Gobierno de Colombia y las FARC firmaron el 26 de septiembre el Acuerdo final de Paz para terminar la confrontación armada de 52 años, que dejó 220.000 muertos y millones de desplazados. A continuación los puntos acordados:
Una propuesta de reforma rural integral, para permitir el desarrollo y mejorar las condiciones del campesinado colombiano.
Un acuerdo de participación política, para dar espacio, protección y posibilidades de competir a más colectivos políticos, especialmente la oposición y partidos minoritarios.
Un plan para solucionar el problema de las drogas ilícitas —fundamentalmente la producción de hoja de coca y su procesamiento para fabricar cocaína— en el que las FARC se comprometen a abandonar su rol en el negocio y contribuir con información y el gobierno a implementar planes de sustitución de cultivos para ayudas a los campesinos.
Un pacto sobre las víctimas, que describe cómo se reparará a quienes sufrieron a lo largo del conflicto y cómo se hará justicia con los perpetradores, y especifica quiénes serán alcanzados por una amnistía amplia pactada por los negociadores.
Un punto sobre el fin del conflicto, en el que se describe cómo se implementará y verificará el cese el fuego bilateral y definitivo (ya vigente) y cómo las FARC dejarán las armas y pasarán a reincorporarse a la vida civil.
Aunque se trata de un acuerdo con las FARC, los primeros 2 puntos tienen un alcance que va mucho más allá del grupo guerrillero, y el sistema de justicia transicional contemplado en el punto 4 también aplica a todos los actores el conflicto.
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20.000 electores fueron habilitados en el país
El 62% de colombianos residentes en Ecuador votaron a favor de la paz
Desde las 08:00, el Consulado de Colombia en Quito dio inicio al plebiscito sobre el acuerdo de paz con las FARC y en el cual los ciudadanos colombianos respondieron a la pregunta de si aceptan o no los convenios para la paz firmados en Cartagena. El ‘sí’ obtuvo el 62,98% de votos frente al ‘no’ que alcanzó el 37,01% en el país.
Según Eduardo Rodríguez, agregado de Asuntos Culturales y de Prensa de la Embajada de Colombia en Ecuador, en el territorio ecuatoriano están inscritos
20.000 colombianos, de ellos, 10.000 ejercen su derecho al voto en Quito.
El funcionario comentó que 24 mesas fueron habilitadas para el desarrollo de este plebiscito realizado ayer en esta ciudad, donde acudieron decenas de ciudadanos colombianos para ejercer su derecho al voto. Amanda Quinchanegua, quien vive hace 20 años en Ecuador, acudió acompañada de su madre hasta el Consulado, ubicado en el norte de Quito. “Yo quiero un cambio para mi país y por eso mi voto fue por el ‘sí’”.
Mauricio Peñuela, oriundo de Bogotá, también quiere un cambio para su país, pero su voto fue por el ‘no’, porque según explica “no es justo que quienes cometieron homicidios ahora sean perdonados. Hay personas en mi país que por haber cometido delitos menores están en la cárcel y ahora ciertos miembros de las FARC son absueltos por delitos lesa humanidad”. (I)