Un Vallado de alambre de púas de casi 4 metros de alto rodea la terminal de ferris
El muro en Calais cuesta $ 2,55 millones
El Gobierno británico invertirá 1,9 millones de libras esterlinas ($ 2,55 millones) en la construcción de una nueva muralla en Calais, en el norte de Francia, para impedir que cientos de refugiados e inmigrantes puedan ingresar dentro de camiones con acoplado a Reino Unido.
El ministro de Inmigración británico, el conservador Robert Goodwill, confirmó en una ponencia en el Parlamento de Londres que la muralla de 4 metros de altura será parte de un paquete de medidas anglo-francesas de 17 millones de libras ($ 22,8 millones) para reforzar la seguridad en el puerto francés.
El funcionario inglés admitió ante el Comité parlamentario de Asuntos de Interior que aún hay mucha gente que logra pasar. “Habíamos instalado un vallado, y ahora vamos a construir una muralla”.
El campo de refugiados en Calais, donde desde hace meses cientos de inmigrantes esperan cruzar a Gran Bretaña, está fuertemente vallado y vigilado con medidas de seguridad, pero decenas de personas logran ingresar a los camiones con adaptadores y cruzar el Canal de la Mancha en dirección a Inglaterra.
Inicio de la obra
El ministro británico confirmó que la construcción de la muralla de un kilómetro de extensión, como también una nueva autopista para el ingreso a la explanada portuaria donde embarcan los ferris, comenzará a finales de este mes.
La muralla será construida en dos secciones principales a cada lado de la ruta de acceso al puerto, con el fin de proteger a camiones con divisiones -y otros vehículos- del ingreso de inmigrantes. Como consecuencia de su desesperación, en ciertas ocasiones, los migrantes de Calais utilizaron piedras, carros de supermercado y hasta troncos de árboles para detener a los automóviles y así tratar de ingresar en su interior.
El conservador Robert Goodwill explicó que la pared será construida en concreto macizo y tendrá una superficie resbalosa para dificultar que sea escalada. Además, se instalarán maceteros y planteros con el fin de reducir el impacto visual.
El Gobierno británico espera que la muralla sea finalizada para diciembre.
Críticas al plan
El plan fue criticado por vecinos de la zona, quienes dijeron que debido a su altura y extensión será ‘la Gran Muralla de Calais’.
Vallados de alambre de púa de casi cuatro metros de alto ya rodean la terminal de ferris, donde miles de turistas se embarcan para cruzar al puerto inglés de Dover.
François Guennoc, de la organización Auberge des Migrants, afirmó que la nueva muralla “será una extensión más de kilómetros de vallado y medidas de seguridad que ya existen. Cuando se levantan murallas en cualquier parte del mundo, la gente encuentra nuevas formas de cruzarlas. Es una pérdida de dinero. Incluso podría hacer que el cruce sea más peligroso, elevará las tarifas para los traficantes de personas y la gente terminará tomando más riesgos”.
En ese sentido, la Asociación de Autopistas británicas indicó que con la muralla se hace “un mal uso” del dinero de los erarios en Reino Unido, al afirmar que los niveles de seguridad “deben ser mejorados en las zonas aledañas”.
Por su parte, Goodwill, confirmó que visitará próximamente Calais, para ver las condiciones en el campo de refugiados de la ciudad, conocido como ‘La Jungla’ por la precariedad en la que viven miles de inmigrantes y defendió las medidas de su Gobierno a la hora de ayudar a niños migrantes que tienen familiares o allegados en Gran Bretaña, al indicar que se tratará de acelerar su proceso de traslado.
Al respecto admitió que seguirá reuniéndose con el lord laborista Alf Dubs, uno de los principales activistas en el Parlamento por los derechos de los niños refugiados y quien forzó a comienzos de este año a un cambio fundamental en la Ley de Inmigración. (I)
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La ONU llama al gobierno a mejorar controles de seguridad
Tras el Brexit, el índice de xenofobia y racismo creció 58% en Gran Bretaña
Los niveles de racismo y xenofobia en Gran Bretaña son elevados desde que el país votó en junio pasado a favor de abandonar la Unión Europea (UE), de acuerdo con cifras oficiales dadas a conocer por la Policía británica.
Las estadísticas para Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte indican el aumento de los actos racistas o xenófobos. El Consejo Nacional de Comisarios de la Policía (NPCC) detalló que hubo un 49% de aumento de ese tipo de incidentes, 1.863 casos en la última semana de julio, comparado con el mismo período en 2015.
Una semana después se registraron 1.787 casos, un incremento de 58%.
El legislador laborista, Jack Dromey, quien se desempeñó durante 3 años como ministro de Seguridad en la sombra, afirmó que muchas víctimas de abusos racistas y xenófobos “aún tienen miedo de denunciar esos ataques” y, por consiguiente, “la escala de los incidentes racistas sería superior a la reportada”.
El parlamentario subrayó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó al Gobierno a mejorar su programa y estrategias para que se hagan las denuncias al respecto, admitiendo que se trata de uno de los mayores desafíos que tiene la Policía.
Inicialmente, la Policía británica reportó un aumento del 46% en los ataques racistas y xenófobos luego del referéndum del 23 de junio pasado, el mayor incremento en años en la Unión Europea.
Para la última semana de agosto, se habían reportado 1.384 incidentes racistas o xenófobos en el país, un aumento del 16% comparado con el mismo período en 2015.
Esta semana, autoridades de Polonia viajaron a Gran Bretaña para reclamar al Gobierno británico mayor seguridad para la comunidad polaca en el país, luego del asesinato racista del ciudadano polaco Arkadiusz Jóźwik en la localidad inglesa de Harlow, condado de Essex. (I)