El macrismo usa la estrategia de los e-mail
Por Marcelo Izquierdo
“Tus derechos o Macri”. El folleto se repartía a la salida del estadio de la Bombonera el domingo pasado. Tal vez no era el mejor momento para repartirlo. Los receptores, todos ataviados en banderas y camisetas de Boca Juniors, salían eufóricos de la cancha festejando un nuevo título del popular equipo del que entre 1995 y 2007 fue presidente Mauricio Macri. Pero allí estaban los muchachos de La Cámpora, el ala juvenil “kirchnerista”, en plena campaña de cara al balotaje del 22 de noviembre.
Los folletos no tuvieron mucho impacto en pleno festejo boquense tras el triunfo 1 a 0 sobre Tigre. Pero es una muestra palpable del objetivo de la campaña del oficialista Frente para la Victoria para apuntalar la candidatura de Daniel Scioli contra la del postulante de la derechista alianza Cambiemos, hoy convertido en el gran favorito.
El “macrismo” la tilda de “campaña sucia” con el único fin de instalar “miedo” en la sociedad argentina. El oficialismo habla de poner en claro quién es quién con vistas a la crucial segunda vuelta. A menos de tres semanas del balotaje todo el “kirchnerismo” apunta sus cañones contra Macri.
¿De qué manera? De todas las formas posibles. El ejemplo más claro se vio precisamente este domingo durante la transmisión del partido Boca-Tigre desde el programa estatal Fúbol para Todos que transmite la TV Pública. El periodista José Vicente, conocido como el “relator militante”, se descargó en el entretiempo con un discurso vehemente contra los “mercaderes del odio” que a su jucio tirarán abajo ese programa inclusivo del deporte más popular del país. No fue lo único: una publicidad del programa oficialista “678” que se emitiría después del partido comparaba las ideas de Macri con los planes económicos de la última dictadura militar en un montaje en el que se veía a jerarcas de la dictadura.
Desde la dirigencia “kirchnerista” hasta los medios afines al gobierno, incluida una campaña profusa en las redes sociales, se insiste en que Macri instalará las mismas políticas neoliberales que llevaron al país a la ruina en el 2001. Macri fue un férreo defensor de estas políticas y llegó a considerar a su promotor, el expresidente Carlos Menem (1989-99), como “el gran transformador” del país. Incluso, hasta hace muy poco, defendía estas mismas políticas en sus discursos y a través de la férrea negativa de su partido Propuesta Repúblicana (PRO) a todos los proyectos progresistas del gobierno tratados en el Congreso, como el matrimonio igualitario, la ley de género o las estatizaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPY), Aerolíneas Argentinas y las jubilaciones y pensiones. Sin embargo, ahora Macri asegura que no tocará esas políticas y mantendrá incluso “derechos adquiridos” por los sectores más humildes, lo que él llama “las cosas que ha hecho bien el kirchnerismo”.
Pero lo paradójico es que el candidato oficialista, Daniel Scioli, también fue un duro defensor de las políticas neoliberales de la década del 90, aunque desde hace 12 años integra el espacio de gobierno respaldando sus políticos de Estado. Por ello, la campaña oficialista se dividió en dos: por un lado, la ofensiva mediática contra Macri y por el otro un Scioli más moderado que busca captar los votos que en la primera vuelta fueron hacia el peronista disidente Sergio Massa, nada menos que 5,2 millones de sufragios que harán la diferecia en el balotaje y que hoy, según las primeras encuestas, parecen inclinarse más hacia Macri.
La campaña de panfletos, carteles y mensajes en las redes sociales hacen hincapié en que si triunfa Macri se perderán puestos de trabajo, derechos sociales, las paritarias (negociaciones colectivas de salarios entre gremios y empresarios), se negociará con los fondos buitres y se dejarán de lado becas académicas , entre otras muchísimas advertencias del mismo tono.
Desde el “macrismo” eligieron una contra-campaña que se mofa del “miedo” ante un eventual triunfo de Cambiemos. Las frases que inundaron las redes sociales van desde “Si gana Macri el Aloé Vera pierde todas sus propiedades; “tu perro no te va a alcanzar más el palito”; “al Bambi lo hacen paté” , “cambia el gusto de la Coca Cola” o “los Kinder Sorpresa (un chocolate en forma de huevo para niños que trae un juguete dentro) van a venir sin sorpresa”.
Macri eligió una cadena de correos electrónicos para fijar su postura. “a pocos días del balotaje –señaló en un mensaje enviado a la casilla del corresponsal de El TELEGRAFO- el oficialismo despliega ahora una estrategia oscura de llenar de pesadumbre y de miedo a la población, con el único objetivo de asustarlos ante la posibilidad de cambiar. Pero no va a funcionar Ya nos dimos cuenta que somos millones y millones. Ya abrimos los ojos y no los volveremos a cerrar”, afirmó.
Pero para el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que perdió el 25 de octubre pasado las elecciones a gobernador de la provincia de Buenos Aires en manos de la candidata de Cambiemos María Eugenia Vidal, la ecuación es simple: “¿Decir la verdad es meter miedo?” se preguntó.
Desde el propio “kirchnerismo” hay quienes no piensan lo mismo. El exministro de Defensa y exsenador José Pampuro, fue enfático: “Si se despierta el General (Juan Domingo Perón) nos mata a todos”.
