La matemática también se aplica en la política argentina. ‘Kirchnerismo light’ más ‘kirchnerismo duro’ es igual a ‘kirchnerismo’.

La fórmula del oficialista Frente para la Victoria para las elecciones presidenciales de octubre será finalmente Daniel Scioli-Carlos Zannini.

Pero ¿quién es Zannini? El actual secretario Legal y Técnico de la Presidencia, cargo que ocupa desde 2003 y que estuvo cuatro años detenido durante la dictadura.

Es ‘Cristina con pantalones’, como lo definió la analista Mariana Verón en radio Metro. Para la oposición, Zannini, de 60 años, es simplemente el ‘monje negro’ del gobierno, el poder en las sombras.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio así el gran golpe. A poco más de cuatro meses de los comicios que elegirán a su sucesor, acabó de un plumazo con las dudas y dio la bendición al actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, un moderado que inspira más desconfianza que certezas en el ala dura del gobierno por sus vínculos aceitados con el empresariado y los medios de oposición y por su origen ‘menemista’.

Las negociaciones fueron arduas e incluyeron al sector juvenil kirchnerista, ‘La Cámpora’, la que más reparos puso en su momento a la candidatura de Scioli. Y finalmente primó el pragmatismo.

Scioli sabe que no podrá ganar sin el respaldo de la presidenta y la jefa de Estado es consciente de que el ‘kirchnerismo’ no retendrá el poder sin el gobernador bonaerense.

La idea entonces fue ‘blindar’ a Scioli, rodearlo de los más fieles funcionarios del gobierno para garantizar continuidad en el proyecto oficialista.

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Pero no solo Zannini entra en el pacto. Detrás asoma cada vez más nítida la figura de Máximo Kirchner, el hijo de la mandataria, que se prepara para dar el gran salto al parecer como candidato a diputado nacional por la estratégica provincia de Buenos Aires, donde un sondeo de Ibarómetro lo ubica con una intención de voto del 28%, el más alto entre los precandidatos de distintas fuerzas políticas.

Y nada está dicho aún sobre el futuro político de la mandataria, a la que muchos ven también como candidata a un cargo electivo, ya sea en el Congreso o el Parlasur.

Scioli es hoy -más allá de la presidenta- la figura más popular del ‘kirchnerismo’, ya que atrae además a sectores independientes que acompañan los logros sociales del gobierno, pero rechazan ciertas políticas.

El gobernador bonaerense se presenta como un ‘moderado’ abierto al diálogo lejos de la combatividad de algunos funcionarios oficialistas.

Pero Scioli ha sido un dirigente fiel al gobierno más allá de continuas rispideces durante los últimos 12 años, primero como vice de Néstor Kirchner (2003-2007) y luego en el estratégico territorio bonaerense.

Randazzo declinó candidatura

Este acuerdo echó tierra a la candidatura presidencial del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, el dirigente en el que parecía confluir el ‘kirchnerismo duro’.

Pero su escasa popularidad en los sondeos terminó por inclinar la balanza y decidió declinar su precandidatura presidencial dejando el campo libre a Scioli.

Scioli se reunió el martes con Cristina Fernández en la residencia presidencial de Olivos y sellaron el acuerdo.

Desde hace semanas ambas partes negociaban una fórmula conjunta y varios nombres se barajaban en los pasillos de la Casa Rosada.

Primero fue el secretario general de la Presidencia, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, referente de La Cámpora, pero finalmente se decantó por Zannini, una figura tal vez menos conocida para el electorado pero que acompaña al matrimonio Kirchner desde que la pareja sentó sus bases en la patagónica provincia de Santa Cruz, en los años 80.

El anuncio también cayó como una bomba en la oposición. “La candidatura de Zannini podría convertirse en un peso enorme para las aspiraciones de Daniel Scioli que proclama que él es la continuidad con cambio.

Zannini es la continuidad a secas”, escribió el analista Joaquín Morales Solá en el diario La Nación, que califica al secretario Legal y Técnico como ‘el principal operador’ político y el ‘comisario de Cristina en las sombras del poder’ y un ‘monje negro del kirchnerismo’.

“Es un orgullo acompañar al vice de Kirchner”, dijo Zannini al confirmar su postulación.

“Es un hombre que viene de las bases fundacionales de este proyecto. Es una manera de dar certidumbre y tranquilidad a sectores que están integrados en el Frente para la Victoria, con una persona que está comprometida, como yo”, argumentó Scioli. “Es una gran decisión”, acompañó Wado de Pedro.

El ‘Chino’, como es conocido Zannini, es un abogado de muy bajo perfil que integra el grupo de máxima confianza de la presidenta y fue íntimo amigo de Néstor Kirchner, que lo designó cuando asumió en 2003 como secretario Legal y Técnico.

Desde allí impulsó varias leyes y reformas clave de la gestión ‘kirchnerista’, como la estatización de las AFJP (jubilaciones privadas), la Ley de Medios, la reforma electoral y el Fútbol para Todos.

Oriundo de la provincia de Córdoba (centro), en sus orígenes militó en la Vanguardia Comunista, una extracción de izquierda radicalizada vinculada al maoísmo.

Pero desde los años 80 acompañó en la provincia de Santa Cruz al matrimonio Kirchner: Allí fue Secretario de Gobierno Municipal en la capital, Río Gallegos, ministro de Gobierno provincial; legislador, jefe del bloque de diputados provinciales y presidente del Superior Tribunal de Justicia de Santa Cruz. (I)