La creación de 288.000 puestos laborales determinó en abril la disminución del índice de desempleo en Estados Unidos a 6,3%, reportó el Departamento de Trabajo.

Se trata del nivel más bajo en los últimos 5 años y medio. Esto luego de que en marzo el índice fuese de 6,7%.

No obstante, las cifras del Departamento de Trabajo toman en cuenta la disminución en el número de gente que trabaja o busca empleo. Los que ya han dejado de buscar trabajo no son considerados como desempleados.

Los porcentajes también parecen confirmar que la economía estadounidense ha mejorado, pese a que todavía hay señales de lo contrario, como el aumento del número de solicitudes de beneficios por desempleo anunciadas.

De igual manera muestran que las empresas han vuelto a contratar luego del crudo invierno que paralizó grandes regiones de Estados Unidos, aunque la cifra de empleos añadidos en febrero y marzo también fue más alta de lo que se había estimado previamente.

El total para esos meses fue de 36.000 nuevos empleos.

En un comunicado la Casa Blanca dio a conocer que las cifras son consistentes con las más recientes tendencias en los mercados, pero dijo que el presidente Barack Obama  enfatiza que se puede y se debe hacer más de parte del Congreso. “No reinstalar los beneficios extendidos por desempleo podría costar 160.000 empleos adicionales en este año”, dice el comunicado.

El Departamento de Trabajo precisó que la fuerza laboral de Estados Unidos -el número de personas en edad de trabajar que tienen o buscan empleo- disminuyó en más de 800 mil habitantes.

Según el informe gubernamental, la tasa de participación laboral, que indica la proporción de personas en edad de trabajar que están en la fuerza laboral, también se comportó a la baja.  Entre los hispanos, el nivel de paro retrocedió 6 décimas de marzo a abril y quedó en 7,3%.

Las remuneraciones horarias promedio se mantuvieron sin cambios y la semana de trabajo promedio aumentó a 34,5 horas.

Las dificultades laborales han sido una constante desde el estallido de la llamada burbuja inmobiliaria en 2007 en la nación norteña. Desde entonces, la insuficiente creación de plazas ha resultado una de las principales preocupaciones de los habitantes del país.