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El Telégrafo
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Se Destaca el legado del expresidente tras 14 años de gobierno

El homenaje póstumo a Chávez durará diez días

Simpatizantes del Gobierno venezolano portan carteles con la imagen de Hugo Chávez durante una manifestación en Caracas. Foto: AFP
Simpatizantes del Gobierno venezolano portan carteles con la imagen de Hugo Chávez durante una manifestación en Caracas. Foto: AFP
01 de marzo de 2014 - 00:00

En medio de una intensa crisis interna, los venezolanos se preparan para una larga jornada conmemorativa de homenaje al eterno líder bolivariano Hugo Rafael Chávez Frías, quien dirigió el país durante 14 años.

La conmemoración del primer aniversario de su muerte durará 10 días, según anunció en cadena de radio y televisión el presidente Nicolás Maduro. Iniciará el 5 de marzo, fecha del deceso del fallecido mandatario luego de casi dos años de lucha contra el cáncer.

Como se esperaba, los actos en honor a la memoria del recordado líder de la revolución chavista tendrán una prolongación por encima del promedio. Si al momento de su deceso fue una semana de duelo, en este aniversario del fallecimiento se esperaba un homenaje de mayor tamaño.

Hay una lista de actividades cívicas y culturales que enmarcarán dicho homenaje, pero el Cuartel de la Montaña, sitio donde reposan los restos mortales de Chávez, estará cerrado hasta el miércoles de la semana que viene, con motivo de los preparativos para el aniversario.

Hugo Chávez nació el 28 de julio de 1954 en la región llanera venezolana de Sabaneta de Barinas.

Las primeras actividades públicas por las que dio qué hablar fueron deportivas y culturales: fue campeón de béisbol en la liga infantil Criollitos de Venezuela en 1969 y autor de varios cuentos y obras de teatro.

Saltó a la palestra política en 1992, luego de un fallido intento de golpe de Estado en contra del Gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, impopular por su plan de reformas económicas que implicaban ajustes que impactaban especialmente a los más pobres.

Esta acción acabó llevándolo a la cárcel, desde donde participó en la redacción de la propuesta “Cómo salir del laberinto”. En 1994 fue indultado por el presidente Rafael Caldera y se metió de lleno a la política.

Tras renunciar a la carrera militar, Chávez asumió la Presidencia en 1999 y su figura transformó por completo el rostro de la política venezolana y la dinámica de las relaciones latinoamericanas.

Montado sobre una ola de popularidad sin precedentes y promoviéndose como el líder que cambiaría el clásico sistema bipartidista que había gobernado al país desde la llegada de la democracia en 1958, su estilo desenfadado y directo tenía poco que ver con el perfil más tradicional de sus antecesores.

Chávez fue considerado un ‘héroe revolucionario’ por sus seguidores y un dictador populista por sus críticos. Audaz, carismático e impredecible, fue un hombre de pasiones y el responsable de recibir el liderazgo de la izquierda latinoamericana y de renovarla.

Pocos han sido tan provocadores como lo fue él, tanto en relación al empresariado y la clase alta del país como hacia los adversarios ideológicos externos, empezando por el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, a quien llegó a llamar ‘el diablo’ en plena sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Y ningún presidente venezolano reciente llegó a tener un perfil internacional tan alto, que fue más allá de los límites de la región hasta alcanzar lugares recónditos del mundo, en los que su discurso antiimperialista provocó lo mismo que había causado en Venezuela, adeptos y detractores sin puntos medios a la vista.

Su tercera reelección, en octubre de este año, le había dado luz verde para completar 20 años de presidencia ininterrumpida.

Pero el cáncer, del que fue operado por primera vez en junio de 2011 en Cuba, pudo lo que ningún político opositor venezolano ni jornada electoral logró desde hace más de una década: destronar a uno de los líderes latinoamericanos que más tiempo permaneció en el poder.

MADURO LLAMA A DIALOGAR A LOS ESTUDIANTES

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, insistió ayer en sus llamados al diálogo a los estudiantes que protestan contra su Gobierno desde hace semanas y al líder opositor y gobernador del estado Miranda (centro), Henrique Capriles.

“Yo les sigo haciendo un llamado para que asistan a esta Conferencia de Paz en la modalidad que quieran asistir (...) si quieren una reunión conmigo, los recibo cuando quieran”, indicó Maduro, refiriéndose a los estudiantes en la segunda sesión de la Conferencia de Paz que lanzó el miércoles para tratar de encontrar soluciones a la crisis abierta en el país.

Maduro ha llamado a los estudiantes a presentar sus reivindicaciones y a reunirse para abordar la situación.

Los estudiantes preparan una gran movilización para mañana.

Por su parte, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, condenó ayer la violencia de las últimas semanas en Venezuela, “independientemente de quiénes sean los responsables”, e instó al Gobierno venezolano a velar por el respeto a la libertad de expresión y de reunión.

“La continua retórica incendiaria de ambos lados es completamente inútil. Es hora de renunciar al uso de la violencia y dar un paso más allá de la agresión verbal hacia el diálogo significativo. La crisis solo se resolverá si se respetan los derechos de todos los venezolanos”, subrayó Pillay en un comunicado difundido ayer en Ginebra. (EFE)

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